viernes, 18 de diciembre de 2009

CONCEPTOS ESENCIALES. Las Atribuciones

La importancia de las variables cognitivas, del pensamiento del docente, en los procesos que estamos analizando radica en que son las ideas, el diálogo interno de cada persona, las que determinan su comportamiento: son las creencias acerca de lo que puede hacerse en cada caso, las expectativas de lograr o no el éxito, las atribuciones acerca de las causas de los problemas y otras variables en el pensamiento de los seres humanos las que determinan que se intente aplicar determinadas soluciones o que se omitan los intentos.

Según un docente entienda que su esfuerzo servirá o que no servirá para algo, piense que logrará o que no logrará resolver el problema, crea que es su responsabilidad actuar en una deficiencia educativa o que es responsabilidad de otros, sienta que necesita resolver los conflictos o que puede pasar sin intervenir en ellos... según su pensamiento actuará. Pero además, según actúe logrará unos u otros resultados, en relación a los cuales irá configurando una forma de pensar que no le resulte disonante, que justifique sus actuaciones y sus logros o sus fracasos, tranquilizándole al evaluarlos como lo mejor de lo posible en sus circunstancias: una forma de pensar que no le genere ansiedad, que no agreda su autoconcepto... cerrando así un ciclo de pensamiento-acción que define el estilo personal y la valía profesional de cada docente.


Desarrollaremos algunos de estos conceptos:


Atribuciones.

La atribución es un proceso cognitivo, normalmente no consciente, por el que las personas, inferimos la explicación de los sucesos, adscribimos de forma subjetiva las causas de los hechos.


De esta manera atribuimos el éxito o el fracaso conseguido, los deseos y los sentimientos, la culpabilidad o la inocencia de un acto... a nosotros mismos o a otros, al esfuerzo o a la suerte, etc. según nuestra propia interpretación.


Para ilustrar la importancia que las atribuciones tienen en el profesorado, consideraremos las que se generan sobre el comportamiento y el aprendizaje del alumnado. Atendiendo a lo que el docente piense sobre las causas de sus fracasos y éxitos condicionará su conducta profesional en el futuro y sus sentimiento y emociones, las atribuciones pueden clasificarse en


Positivas: emocionalmente satisfactorias, estimulan a generar ideas que faciliten el logro de soluciones.


Negativas: Perturban con emociones de insatisfacción, ansiedad, confusión, tristeza... que reducen la eficacia.


Además, en función el responsable atribuido del rendimiento o de la conducta del alumnado, pueden definirse cuatro tipos de estilo atribucional:


Estilo centrado en el mismo docente: tanto los éxitos como los fracasos del alumnado se infieren a su intervención profesional. El docente es responsable de ambos y considera que en cualquier caso su formación y sus intervenciones han de lograr las metas educativas, independientemente de las características del alumnado.


Estilo de autodefensa: que culpa a los alumnos de los fracasos y referencian los éxitos en su capacidad profesional y en sus habilidades como docente. El alumnado que no progresa adecuadamente es el responsable de no seguir los ritmos o los niveles que el docente marca. El alumnado que progresa adecuadamente lo hace gracias al docente.


Estilo atribucional no defensivo, en el que el éxito del alumnado se atribuye a méritos (esfuerzo, capacidad, etc.) del alumnado, mientras que los fracasos son atribuidos a la falta de eficacia del profesorado. Sería el propio de quien pensara que el rendimiento del grupo de alumnos y su comportamiento son buenos gracias a que el alumnado de ese grupo posee muy buenas cualidades, y que si el grupo fuese peor el docente no podría modificarlo.


Estilo centrado en el mismo alumno: el cual atribuye a las características del alumnado tanto los éxitos como de los fracasos. Así el buen o mal comportamiento se debería a las características y circunstancias del alumnado, no a los programas educativos aplicados en el aula.


La revisión de las investigaciones realizadas acerca del estilo predominante en el profesorado no es concluyente (Martínez-Abascal, M. A. 1997), pero podemos considerar estos conceptos analizando nuestra práctica profesional


 


 


CAMBIO DOCENTE PARA LA PREVENCIÓN Y

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS.

Autor: Luis Gómez Pérez

Generalitat Valenciana

Consellería de Cultura Educación y Ciencia

Fuente: http://www.edu.gva.es/per/docs/rlestres_1.pdf


 

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