sábado, 24 de diciembre de 2011

Entender el riesgo psicosocial del trabajo

La lectura del artículo me ayudó a interpretar algunos factores del complejo fenómeno del estrés docente. La imagen de un aula de hace cincuenta años o más, estaba caracterizado por un orden que, sin entrar en juicios de valor, otorgaban al enseñante un control de la situación, que hoy no tiene.
El problema nos lleva a preguntarnos ¿Desarrollamos una labor activa y creativa? La respuesta seguramente condicionará también nuestra vida fuera del aula.
Por otra parte, podemos considerar si recibimos “apoyo social” en nuestro entorno de trabajo, si las personas que nos rodean ayudan a cumplir los fines. Todos estos son aspectos a tener en cuenta, a la hora de prevenir el burnout docente.



Uno de los abordajes más utilizados en el análisis de la relación entre la organización del trabajo y la salud es el propuesto por Robert Karasek, arquitecto que a finales de la década de los 70 demuestra que los trastornos cardiovasculares - el infarto agudo de miocardio, sobre todo -en trabajadores se asocian a las demandas psicológicas y al control sobre el trabajo. En contra de lo que algunos creen, las demandas psicológicas no se refieren al trabajo intelectual, sino al volumen de trabajo, la presión de tiempo y las interrupciones que obligan al trabajador a dejar momentáneamente las tareas que está realizando y volver a ellas después. Por control, aspecto central del riesgo psicosocial, se entiende la posibilidad que tiene el trabajador de desarrollar sus habilidades -es decir, el trabajo variado, creativo, que requiere el aprendizaje constante -y la autonomía o margen de libertad para realizar el trabajo.

Según Karasek la peor situación - él la llama de "alta tensión" - surge como consecuencia de una organización del trabajo que combina altas demandas psicológicas y bajo control sobre el trabajo. El trabajo en cadena es un ejemplo.

Los trabajos más saludables son los de baja tensión, con bajas demandas y alto control. Entre ambas, existen dos situaciones intermedias, los trabajos activos, con altas demandas y alto control, y los pasivos con bajas demandas y bajo control. Estas dos últimas situaciones se asocian, no tanto a trastornos de salud, como del comportamiento. Los trabajos activos colocan al trabajador en una situación de reto constante y de aprendizaje continuo, de modo que este comportamiento se traslada también a su vida extralaboral con conductas más activas y ocio más rico. Por el contrario, se ha descrito en los trabajos pasivos un proceso de “analfabetización” progresiva, de pérdida de lo aprendido y comportamientos extralaborales también pasivos, como un mayor porcentaje de abstención en las elecciones políticas. Esto pone en entredicho la creencia relativamente común de que una vida laboral insatisfactoria puede ser compensada por una rica vida extralaboral. Y es que difícilmente se puede desconectar de las condiciones de un trabajo que nos ocupa a la mayoría alrededor de ocho horas diarias.

Según Karasek, si desde el punto de vista de la salud no nos podemos permitir los trabajos de alta tensión, una sociedad no se puede permitir tampoco trabajos pasivos, trabajadores que no participan en la comunidad o que no “consumen” ocio.

Desde 1981, la mayoría de los estudios que han analizado los efectos de las demandas psicológicas y, sobre todo, del control sobre el trabajo en las enfermedades cardiovasculares han encontrado asociaciones positivas. Estos estudios han utilizado una gran variedad de diseños y han sido realizados en países tan diferentes como Suecia, Japón, Estados Unidos, Finlandia o Australia.

A mediados de los años 80, Jeffrey Johnson - antiguo trabajador de imprenta que tras un accidente laboral tuvo que abandonar su trabajo y estudió sociología, llegando a ser hoy uno de los más renombrados investigadores del riesgo psicosocial en el trabajo - y Ellen Hall, muestran la importancia de un tercer factor, el apoyo social en el trabajo, tanto de los que están por encima en la escala jerárquica como de los compañeros de trabajo. El apoyo social implica dos dimensiones: la relación emocional y el soporte instrumental, esto es contar con colegas o con superiores que cooperan para sacar el trabajo adelante. La situación más negativa para la salud sería la de alta tensión combinada con bajo apoyo social. En diversos estudios se ha confirmado el mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en esta situación.

El explicado hasta aquí se conoce como modelo demanda-control-apoyo. Se trata de una aproximación general para cualquier tipo de ocupación. Cada una de las tres dimensiones estará más o menos presente en función de las características propias de la ocupación. Así, en principio trabajar como docente es una tarea con alto control, en tanto que requiere aprender y está dotada de un alto grado de autonomía, pero el exceso de demandas o los problemas en las relaciones con la dirección o con los compañeros y compañeras de trabajo pueden ser un problema para los enseñantes.

Este modelo ha sido criticado porque resulta demasiado reduccionista al limitar el efecto del trabajo sobre la salud, a la tarea, sin tener en cuenta una visión más global de la vida de los propios trabajadores, del trabajo en sí como uno de los elementos que les proporciona identidad, estabilidad y estatus. En los 90 J. Siegrist propone un nuevo abordaje que sí tiene en cuenta estos elementos: el modelo esfuerzo-compensaciones. Se basa en el balance entre el esfuerzo y las compensaciones. Existen unos cuantos ejes que determinan nuestras vidas, entre los cuales se encuentra el trabajo. Pues bien, todas las personas ponemos un esfuerzo en cada uno de estos ejes en función de las compensaciones que obtenemos, que pueden ser de diferente naturaleza. En el caso del trabajo las posibles fuentes de compensación son el salario, el reconocimiento (importante para mantener los niveles profesionales de autoestima y autoeficacia) y el control de estatus, es decir, el grado de certidumbre sobre el propio futuro o de cumplimiento de las expectativas que nos hemos creado. Las amenazas a la continuidad de un rol social, y en concreto en el trabajo remunerado afectan el sentido de eficacia en el trabajo, de maestría, y la propia autoestima, debido a la vivencia continuada de sentimientos de enfado, de miedo, de irritación o de frustración.

Son amenazas directas al trabajo la inestabilidad laboral o los cambios no deseados. Son amenazas a las expectativas creadas en relación a la propia vida, la falta de perspectivas de promoción o la inconsistencia de estatus, es decir, hacer un trabajo que está por debajo de la propia cualificación. La falta de perspectivas de promoción puede ser uno de los factores a los que está más expuesto el profesorado, sobre todo el de secundaria. En su día realizaron una licenciatura con unas ciertas expectativas, que en muchos casos se vieron frustradas cuando tuvieron que dedicarse a la enseñanza sin que ésta fuera una verdadera vocación, fuente potencial, como es el caso de muchos enseñantes, de múltiples compensaciones.

En relación con la inconsistencia de estatus, es muy frecuente en mujeres con alto nivel de estudios, decidir comenzar a trabajar en una ocupación estable y poco cualificada (ej. como auxiliar administrativa en la administración pública), con el fin de poder compatibilizar temporalmente las demandas familiares con el trabajo remunerado y con las expectativas de ocupar un puesto de trabajo adecuado a la propia formación en un futuro próximo. La situación se alarga en el tiempo, la mujer no tiene tiempo para actualizar la formación, y lo que inicialmente había sido pensado como una solución transitoria se convierte en una fuente de perpetua frustración.

Algunas teorías psicológicas sostienen que la situación de falta de balance entre el es fuerzo y las compensaciones no se mantiene durante un largo periodo de tiempo y por tanto no tiene importancia desde el punto de vista de la salud. Las personas, actuarían para equilibrar el balance, reduciendo su esfuerzo o sus expectativas. El problema es que en la actualidad, los trabajadores/as no tienen la libertad para tomar esta decisión. Por un lado los trabajadores poco cualificados ser ven obligados a mantener un alto esfuerzo a pesar del bajo reconocimiento de su trabajo o de un sueldo insuficiente, porque si perdieran su trabajo les sería muy difícil encontrar otro. En este mercado laboral tan competitivo, los trabajadores más cualificados mantienen de forma crónica una alta carga de trabajo esperando un prestigio y una promoción que no acaban de llegar.

Durante la década pasada se han publicado numerosos artículos en los que se pone en evidencia la relación del desequilibrio entre el esfuerzo y las compensaciones con problemas cardiovasculares. En un estudio reciente realizado en una administración pública de nuestro país, las mujeres en situación de inconsistencia de estatus definida como el hecho de tener estudios universitarios y ocupar puestos que requieren EGB, tenían un riesgo superior de hipercolesterolemia, de exceso de LDL (la fracción más nociva del colesterol), de hipertrigliceridemia y de hipertensión arterial combinada, sistólica y diastólica, tras tener en cuenta la edad, la ocupación, el nivel de estudios, el exceso de peso y el tabaquismo. El modelo esfuerzo-compensaciones puede explicar en gran parte los trastornos de salud relacionados con el estrés en profesorado: la falta de reconocimiento, la inestabilidad laboral, los cambios de centros no deseados, impartir asignaturas no deseadas, las dificultades para cambiar de centro, la falta de perspectivas de promoción …Todos ellos son factores de riesgo para la salud.


Extraído de
Prevención del estrés en los centros de enseñanza
Lucía Artazcoz Lazcano
Institut Municipal de Salut Pública de Barcelona; Miembro del CAPS-Programa Dona i Qualitat de Vida


viernes, 16 de diciembre de 2011

Factores asociados al malestar/bienestar docente. Una investigación actual

El estrés en los docentes es un fenómeno preocupante, pero ¿Desde cuando? ¿Cómo evolucionaron las investigaciones? ¿Qué se estudia en la actualidad? ¿Cómo se caracteriza el fenómeno? Los siguientes párrafos responden las preguntas.



Existe abundante evidencia que respalda la relación entre condiciones de trabajo y salud laboral, productividad y permanencia en el empleo por parte de los trabajadores. Históricamente, los primeros enfoques mecanicistas que buscaban una relación directa y lineal entre condiciones de trabajo, fatiga y trastornos de salud o bajas en la productividad, fueron desechados a mediados del siglo XX, con los desarrollos posteriores a la introducción del concepto de estrés laboral, mediador entre las “condiciones objetivas” de trabajo y las consecuencias para el trabajador.

El estrés, o síndrome general de adaptación, fue definido como una reacción involuntaria y generalizada del organismo humano para enfrentar situaciones vitales amenazantes. Esta reacción se basa en la actividad del sistema nervioso autónomo simpático y se manifiesta, por tanto, en una serie de cambios fisiológicos, hormonales, circulatorios, cardíacos y musculares, los cuales desencadenan procesos cognitivos y afectivos perjudiciales para la persona. Se ha documentado la incidencia del estrés laboral sobre enfermedades cardiovasculares, accidentes en el trabajo, trastornos psicológicos y trastornos musculoesqueléticos. Según Seyle, la reacción adaptativa natural del estrés, se presenta de manera involuntaria en el mundo del trabajo, con una intensidad y frecuencia no justificada frente a estímulos que, al menos en términos inmediatos, no implican una amenaza vital para las personas. Algunos autores sugieren utilizar el concepto de distrés para identificar esta reacción en ausencia de estímulos vitales amenazantes. La investigación abocada a identificar circunstancias o procesos del trabajo que operan como fuentes del distrés, destaca aspectos organizacionales del empleo, variables de apoyo social y actitudes individuales. Asimismo se destaca una relación dinámica entre los puestos de trabajo y las características y circunstancias emocionales de los trabajadores en la generación de estrés laboral.

En la década del ’70, Freudenberger propone el concepto de burnout, como un síndrome de carácter psicológico, descrito para profesionales que trabajan en relaciones de ayuda hacia otras personas. Su traducción más cercana al español es “estar quemado”, pero son varios los autores que sugieren, dado el carácter metafórico del concepto y ante la falta de un término similar en español, utilizar el término original. Las relaciones entre estrés y burnout son complejas y no siempre generan un total consenso. Al respecto, Maslach, autora de las definiciones sobre burnout y de los instrumentos de evaluación del mismo, más difundidos entre los investigadores, sugiere diferenciar claramente ambos conceptos, pues el burnout es más bien un patrón psicológico de respuesta, una vivencia subjetiva de malestar, que tiene a los factores laborales y organizacionales como condicionantes y antecedentes, y que tiene implicaciones nocivas para la organización y/o para la persona, pero que no implica necesariamente un trastorno de salud mental.

El burnout ha sido definido como un síndrome psicológico, que ocurre en profesionales que trabajan en relaciones de ayuda hacia otras personas. El modelo de burnout más utilizado en los estudios sobre profesores, es el modelo trifactorial de Maslach, que describe tres tipos de síntomas: el agotamiento emocional, la “despersonalización” y la sensación de bajo logro profesional. El agotamiento emocional está altamente asociado a la respuesta de estrés, sin embargo la despersonalización, también llamada “cinismo” o distanciamiento emocional no está descrita en la literatura sobre estrés y, si bien es muy perjudicial para los procesos de enseñanza, puede operar como un mecanismo de defensa y “protección” frente a la frustración en el trabajo. La sensación de falta de logro es cuestionada en algunas investigaciones sobre burnout docente y parece estar relacionada con la falta de recursos para realizar el trabajo.

En Europa y Estados Unidos son varias las investigaciones que reportan la validez del modelo trifactorial propuesto por Maslach, sin embargo, la evidencia en América Latina no es concluyente al respecto. El trastorno de salud mental con mayor presencia relativa entre profesores es la depresión, la cual reporta una cierta asociación con puntuaciones altas en burnout. Sin embargo, los investigadores conciben la depresión y el burnout como entidades separadas. Lo anterior explica por qué el mayor programa de investigación, actualmente en curso, sobre trabajo y salud en profesores, llamado EUROTEACH, utiliza el constructo de “bienestar/salud” para referirse a las condiciones de salud física, mental y de bienestar o malestar psicológico.

Por otra parte, la relación inversa entre satisfacción laboral y burnout ha sido ampliamente reportada por la investigación, tal como plantean Faragher, Cass y Cooper en un reciente estado del arte al respecto. Asimismo los investigadores plantean que, pese a esta relación inversa, no cabe afirmar que ambos conceptos sean uno solo. Otra variable de bienestar estudiada recientemente ha sido el compromiso con el trabajo (engagement o commitment), reportándose que algunos aspectos del compromiso, especialmente la dedicación, se relacionan de manera inversa con el burnout. Jepson y Forrest encontraron en su estudio que esta variable mostraba una relación fuerte y negativa con el estrés percibido.

Los estudios sobre estrés y burnout han sido criticados por un cierto descuido respecto de los criterios de validez y confiabilidad en los instrumentos de medición, la carencia de modelos teóricos a la base de la investigación y la falta de rigurosidad en el análisis de los puestos de trabajo, lo que habría llevado a una excesiva “individualización” en el enfoque y a la pérdida de perspectiva respecto de las variaciones del fenómeno en contextos diversos de empleo. Guglielmi y Tatrow centran sus críticas en tres aspectos: el uso de un único método de recolección de datos, generalmente el autorreporte; la alta tasa de autoselección de las muestras y la utilización de métodos de análisis univariados, lo que unido a la superposición de indicadores de medición, llevaría al hallazgo de correlaciones espúreas.

La investigación sobre trabajo y malestar docente, entonces requiere de un análisis detallado respecto de los cambios en el contexto y en la organización del trabajo, así como de una mayor profundidad en el análisis teórico/empírico que permita avanzar hacia la contrastación de modelos y una mayor depuración metodológica. En esa línea avanzan los estudios sobre fuentes laborales del estrés y burnout, sobre profesionalización en el marco de las nuevas formas de organización del trabajo y sobre modelos explicativos del malestar en el trabajo docente.

Respecto de las fuentes laborales del burnout, Salanova concluye que los obstáculos organizaciones en la escuela tienden a vincularse con los niveles de agotamiento y despersonalización de los docentes. También plantea la existencia de facilitadores organizacionales que median las repercusiones de los obstáculos sobre el burnout. Otras investigaciones recientes plantean como fuentes del malestar docente aspectos relacionados con la ambigüedad y conflictos del rol, el mantenimiento de la disciplina, la desmotivación en los alumnos, la falta de materiales de apoyo para el trabajo, las presiones de tiempo, el exceso de trabajo administrativo, el descenso en la valoración social de la profesión docente, la pérdida de control y autonomía sobre el trabajo y la falta de apoyo entre los colegas. En el caso de Chile, Méndez y Bernales señalan que los estresores percibidos por los docentes chilenos son variados y múltiples, y a medida que aumenta la experiencia profesional se desplazan desde lo personal a lo institucional y social.

Los estudios sobre las transformaciones en la organización del trabajo docente en América Latina tienen como referente ineludible las reformas educativas implementadas, en prácticamente todos los países de la región, en la década de los años ’90. En ellos se reportan nuevas demandas hacia los docentes, básicamente el cambio en los enfoques pedagógicos deseados, la presión por los rendimientos estandarizados, el aumento en las brechas de desigualdad socioeducativa, la incorporación de nuevos sectores populares a la escolarización, la introducción de la lógica gerencial en la escuela, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo desde instituciones externas a la escuela, la desvalorización social de la profesión y la construcción de nuevos imaginarios desde los que los profesores definen opciones y compromisos.

En los últimos años, una de las líneas de investigación más promisorias sobre trabajo y salud mental en docentes, ha sido la búsqueda de modelos explicativos del bienestar/malestar docente, basados en aspectos psicosociales del trabajo. Los modelos más destacados son el de “ajuste persona – entorno”, el modelo transaccional y el modelo “control - demanda – apoyo social”. Este último modelo, también conocido como modelo JDC-S o modelo de Karasek, es el que cuenta con mayor evidencia confirmatoria y el que se ha utilizado en los estudios transculturales europeos sobre bienestar docente y condiciones de trabajo, en el marco del llamado proyecto EUROTEACH. Este modelo plantea, en su primera versión que, a mayor nivel de demanda laboral y menor grado de control sobre el propio trabajo, se elevarían los niveles de malestar y disminuirían los niveles de satisfacción laboral. Posteriormente, se incorporó al modelo la variable “apoyo social” en el trabajo, como una variable buffer que modularía el efecto de la díada demanda/control sobre el malestar/bienestar del profesor.

En los múltiples estudios realizados en el marco del proyecto EUROTEACH, el modelo JDC-S fue comprobado en su primera versión. Sin embargo, la evidencia sobre la variable moduladora “apoyo social” no resulta concluyente. Otras variables organizacionales que se han probado en los estudios de EUROTEACH, han sido la “gestión del tiempo”, que en principio operaría como una variable moduladora del efecto de la demanda y el control sobre el desgaste emocional y la variable “significatividad” del trabajo percibida por el docente, la cual opera como predictora de la realización personal y de la despersonalización. Desde el punto de vista teórico, este modelo tiene puntos de coincidencia con aportes clásicos de la sociología y psicopatología del trabajo, que plantean relaciones entre el grado de poder que tiene el trabajador sobre su actividad y los niveles de satisfacción laboral, productividad y malestar/bienestar psicológico

El modelo JDC-S, así como otros modelos explicativos del malestar docente han sido criticados por no incorporar variables de tipo individual. En ese sentido, se está explorando el peso y la función que cumplirían variables como “autoeficacia percibida” y “estrategias de afrontamiento de situaciones estresantes”. La primera muestra una relación inversa con el malestar docente. Respecto de las estrategias de afrontamiento, los estudios indican que docentes que utilizan estrategias de tipo evitativo muestran mayores niveles de burnout.

Finalmente, respecto de variables de identificación de los profesores, diversas investigaciones reportan que el género condicionaría distintas perspectivas para valorar la satisfacción y el malestar docente. Se sugiere que las mujeres presentarían una mayor tendencia hacia el agotamiento emocional a diferencia de los hombres, cuya tendencia sería hacia la despersonalización. Sin embargo, la evidencia no es concluyente. Parece necesario ampliar la mirada respecto al género, superando la visión biologicista, para centrarse en aspectos como los roles familiares y el uso del tiempo en el hogar. Por otra parte, se sugiere que los profesores más jóvenes, los más viejos y los que se desempeñan en los niveles educativos superiores de la educación obligatoria vivenciarían mayores niveles de estrés y burnout.


Autores
Rodrigo Cornejo Chávez y Marcela Quiñónez
Extraído de
REICE - Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
2007, Vol. 5, No. 5e

jueves, 8 de diciembre de 2011

MALESTAR DOCENTE

Muchas veces se habla del “Malestar docente”, pero ¿Qué es? ¿En qué consiste? ¿Qué lo produce? ¿Qué hacer? Los siguientes párrafos, que expresa un punto de vista médico, dan una respuesta a esas preguntas.



Desde hace tiempo viene utilizándose el tópico “malestar docente” (Berger,1957 - Mandra,1957 - Auriel,1980/82/84 -Dupont,1983) empleando esta expresión como la más inclusiva de las utilizadas en la bibliografía actual para describir los efectos permanentes de carácter negativo que afectan a la personalidad del profesor como resultado de las condiciones psicológicas y sociales en que se ejerce la docencia.

Blase señala y designa: “ciclo degenerativo de la eficacia docente”. Esteve:
A) Define “malestar docente” a partir de la explicitación de indicadores.
B) Intenta establecer un modelo que permita comprender las relaciones funcionales existentes entre los indicadores utilizados.
C) Propone estrategias destinadas a la reducción de dichos efectos negativos.

En relación a los indicadores distingue:
Factores de primer orden (directos)
- Recursos materiales y condiciones de trabajo.
- Violencia en las instituciones escolares.
- Agotamiento docente y la acumulación de exigencias sobre el profesor.
Factores de segundo orden (indirectos, referidos al contexto):
- Modificación en el rol del profesor y de los agentes tradicionales de socialización.
- Función docente: contestación y contradicciones.
- Modificación del apoyo del contexto social.
- Objetivos del sistema de enseñanza y el avance de los conocimientos.

Milstein - Galaszenski y Duquette (1984) al estudiar las fuentes de stress en los profesores destacan como elementos más significativos:
1- Los salarios
2- Falta de coherencia en sus relaciones con los alumnos.
3- Sobrecarga cuantitativa de trabajo.

En un estudio epidemiológico realizado por Francoise Amiel-Lebigre (1972), sobre las enfermedades de los profesores sometidos a tratamiento en centros asistenciales de la Mutualle Génerale de L’Education Nationale, concluye que los diagnósticos más frecuentes, sobre una muestra de 1.294 profesores enfermos, expresan: estados neuróticos 27%, estados depresivos 26,2%, personalidades y caracteres patológicos 17,6%. Los estados psicóticos como psicosis maníaco-depresivas 7,4%, y las esquizofrenias 6,6%, seguirían muchos más lejos(Esteve).

Cabe preguntarse ¿qué tipo de subjetividad produce el proceso de trabajo docente, en 1994?. ¿Qué pasa con un trabajo en crisis a nivel mundial pero que además hoy sufre la arremetida de la precarización en el marco del ajuste? ¿Cuál es la locura que nos afecta a los maestros? ¿Qué sucede cuando la inadecuación entre los deseos de un maestro que elige por vocación y valoración del hecho creativo de la tarea educativa, se encuentra en disfunción total con lo que el mismo y la sociedad espera de esa tarea. Cómo se juzga ese proceso que desde la inhibición, la fuga o el desgano termina cristalizado en depresiones o graves crisis subjetivas que condenan al docente a repetir el mecanismo de expulsión de sus propios compañeros, así como antes el sistema los lleva a ser testigos impotentes de la exclusión de los alumnos.

La identidad de un docente, así como el proceso de cada escuela es parte de un proceso de construcción histórica, la desarticulación actual que se cristaliza especialmente en la “expropiación del hecho educativo mismo”, la pérdida de control sobre el proceso de trabajo y el creciente criterio de racionalización, agudizan la crisis de identidad profesional docente.

Los ideales docentes forjados en su historia como sector popular, son hoy expropiados y desde el campo de la culpabilización individual retornan al mismo como imperativo. Es la cultura del mercado, de la fragmentación de los lazos sociales, de la negación de los Sujetos colectivos.

Hay que hacer de todo, para que en la escuela todo funcione, pacto de sacrificio que el docente pagará en muchos casos con el impacto directo sobre su cuerpo. La capacitación es expulsada del campo del derecho y retorna como exigencia. Los objetivos no se cumplen, la tarea es ambigua, campo propicio de la emergencia de la fatiga.

La problemática de la subjetividad en el trabajo docente deberá ser desplegada en toda su complejidad e impedir que se vea reducida a los fenómenos de la relación docente-alumno, reconstruyendo la relación entre pares y la comunidad. Educar es la tarea que deberá retornar como responsabilidad a un sistema educativo y a una comunidad que está excluida en su participación y se automargina muchas veces en la delegación a la institución escuela y a veces solo al maestro

Extraído de:
CRISIS EN EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA SALUD LABORAL DOCENTE
Autores:
Jorge Kohen
Médico. Facultad de Psicología. Universidad de Rosario. Argentina.
Iris Valles
Médico. Facultad de Psicología. Universidad de Rosatio. Argentina

martes, 29 de noviembre de 2011

Técnica contra el estrés

El estrés está presente, asume distintas caras, a veces puede ser un motor para el cumplimiento de algún objetivo, pero no es el caso al que nos referimos. Interesa reflexionar sobre el que produce daños, y hay que manejar, antes que los efectos sean irreversibles. Tal vez en el fondo no sea una cuestión de “técnica”, sino de estrategias, pero siempre es útil tener a mano alguna como la que les presento, y una verdad de fondo, que consiste en ¡No juzgar!



Una forma de meditación que consistente en enfocar la mente en el momento presente de forma intencional, sin juicios de valor y centrándose en la experiencia que se vive en cada momento, ayuda a reducir el estrés. Es el ‘mindfulness’ o atención plena, una técnica que viene de Oriente. "Ante una situación inesperada y aparentemente negativa, hay que detenerse, sondear otras posibles percepciones"

“Parar y ver antes de actuar, desarrollar la flexibilidad mental o disolver las emociones negativas que acumulamos en los "días negros", son algunas de las claves anti-estrés del mindfulness IPH, un nuevo método que combina técnicas orientales y occidentales", explica su creador el terapeuta Gustavo Bertolotto. 

"Llenar la mente con la experiencia que se vive en cada momento, logra al enfocar la mente en el momento presente de forma intencional y sin juzgar, ayudando a reducir el estrés y los efectos nocivos que éste causa tanto a nivel físico como mental y que nos impiden llevar una vida plena”, explica Bertolotto. 

Para Martín Asuero, docente formado en la Clínica de Reducción de Estrés de la Universidad de Massachusetts, "ante una situación inesperada y aparentemente negativa, hay que detenerse, sondear otras posibles percepciones en vez de quedarse con la primera interpretación y preguntarse ¿De verdad es así o podría explicarse de otra forma?". 

Antonio lleva una vida vertiginosa, con una agenda repleta de actividades, compromisos y obligaciones, y poco tiempo libre para dedicárselo a sí mismo, a su familia y a pasárselo bien. Cada una de sus jornadas, desde que suena el despertador hasta que lo programa para el día siguiente, es una carrera desenfrenada. Quisiera vivir menos estresado pero no sabe cómo lograrlo. 

Raquel ha probado infinidad de terapias, libros de autoayuda consejos de expertos y recetas para conseguir la paz interior. No duda de la eficacia de estas herramientas, pero hasta ahora no logrado dar con alguna que le permita reducir el elevado nivel de estrés y el consiguiente desgaste psicológico y físico que sufre desde hace mucho y que es la regla en lugar de la excepción. 

Tanto Raquel como Antonio disponen de un remedio para mantener a raya su estrés crónico, una ‘solución natural’ que está a su alcance y es más sencilla de lo que pueden suponer: centrar su atención en el momento presente, en lugar de viajar con su mente hacia el pasado o anticipándose a lo que vendrá. 

Esos ‘viajes psicológicos en el tiempo’-lamentando lo que ya no tiene remedio porque ya pasó o preocupándose por las supuestas fatalidades que nos traerá el futuro- además de impedirnos disfrutar más de las pequeñas y grandes realidades de la vida, son uno de los principales factores que desencadenan y alimentan la tensión nerviosa y la ansiedad. 

“Parar y ver antes de actuar, relajarse y desconectar, desarrollar la flexibilidad mental o disolver las emociones negativas que acumulamos en los "días negros" de la vida. Son algunas de las claves anti-estrés que nos enseña el ‘mindfulness’ o atención plena, una forma de meditación de Oriente que se expande hacia occidente, demostrando su efectividad en áreas como la psicología, la medicina, la educación y los recursos humanos”. 

“Mindfulness o atención plena significa prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente, con interés, curiosidad y aceptación, y sin juzgar”. 

Esto explica Gustavo Bertolotto, uno de los mayores expertos mundiales de habla hispana en una psicoterapia denominada programación neurolingüística (PNL) y creador de un método de salud contra el estrés denominado Mindfulness IPH (MIPH) que combina los beneficios de la atención plena con la aplicación de algunas herramientas psicológicas occidentales. 

El terapeuta Gustavo Bertolotto junto a Andrés Martín Asuero, docente formado en la Clínica de Reducción de Estrés de la Universidad de Massachusets (EE.UU.) por Jon Kabat-Zinn, imparte una serie cursos en España sobre el novedoso Mindfulness IPH. 

“La atención plena o ‘mindfulness’ (en inglés mente llena, pero no de ideas sino de la experiencia que se vive en cada momento) logra al enfocar la mente en el momento presente de forma intencional y sin juzgar. Su práctica logra reducir el estrés y los efectos nocivos que éste causa tanto a nivel físico como mental y que nos impiden llevar una vida plena”, explica Bertolotto. 

Según Bertolotto, además de adaptarse a la mentalidad occidental, el M IPH trabaja también el inconsciente de la persona que desea mejorar su salud y su calidad de vida". 

“Con este método, al mismo tiempo que se utiliza el mindfulness para reducir el estrés, se trabajan los estados mentales y emocionales que nos generan desconexión y los patrones inconscientes que nos impiden disfrutar de una vida plena”, explica a EFE-Reportajes, el director del Instituto del Potencial Humano (www.institutopotenicalhumano.com). 

Para lograrlo, el MIPH emplea el modelo de los centros de energía-conciencia (chakras), según el cual cada centro energético del organismo está relacionado con un lugar en el cual puede surgir el estrés. 

Según Bertolotto la clave es localizar este ‘chakra’, para lograr una solución adaptada a cada caso, ya que “no es lo mismo que el estrés tenga su origen en una dificultad económica o de seguridad a que provenga del área afectiva o de un problema de arraigo”. 

El método MIPH incorpora a la técnica oriental herramientas occidentales como la PNL, el Neurofeedback, el EMDR, el EFT, el modelo de los centros energéticos o la Sintergética. El programa estadounidense MBSR, en el que se basa el método MIPH, ha sido completado por más de 17.000 personas en la Universidad de Massachusetts (EEUU), logrando reducciones significativas del estrés y malestar psicológico y en síntomas médicos asociados al estrés. 

“Los participantes en los cursos de atención plena muestran una mayor conciencia sobre la importancia de su salud y su capacidad para influir en ella positivamente, y aprenden a permanecer centrados cuando interactúan con los demás, a estar presentes y abrirse con aceptación a las distintas experiencias de la vida, y a intervenir con asertividad si es necesario”, explica Bertolotto. 

TRABAJAR Y NO TENER ESTRÉS. 
Según este terapeuta “pensamos que el estrés es inevitable en las personas muy trabajadoras, pero en realidad nuestra eficacia aumenta cuando aprendemos a reducirlo, y una buena forma es practicando el Mindfulness”. 

Este método nos enseña a percibir la realidad de una manera que no nos haga daño, para que esa percepción no vaya tiñendo de negro nuestros pensamientos y emociones y, en consecuencia, desgastando nuestra salud a través del estrés que nos provoca. 

“Si tratamos de buscar distintas formas de percibir o entender lo que sucede a nuestro alrededor, tendremos una mayor comprensión de los hechos, y estaremos evitando el estrés que generan nuestros sentimientos de incomodidad” agrega. 

Para Martín Asuero, “la enseñanza fundamental contra el estrés es parar y ver antes de actuar”. 

¿Cómo lograrlo? Cuando te encuentres en una situación inesperada y aparentemente negativa, detente un momento y permítete sondear otras posibles percepciones. No te quedes con la primera interpretación que te venga. Pregúntate si de verdad es así o se podría explicar de otra forma. Profundizar en las cosas siempre juega a nuestro favor ", explica Asuero. 

“Para profundizar en esa realidad que nos estresa, el Mindfulness enseña diferentes técnicas de meditación: respirando, caminando, a través de la escucha de técnicas guiadas, a través de la toma de conciencia del propio cuerpo”, explica el experto en MIPH. 

Para Asuero “el estrés es un mecanismo que nos activa para la lucha o la huída. Habitualmente, la rabia que sentimos ante lo que no nos gusta prepara nuestro cuerpo para luchar; y el miedo que se deriva de ésta nos prepara para huir. Si interpretamos que en una situación no podemos ni luchar ni huir, surge la tristeza, que mantenida en el tiempo puede dar lugar a la depresión”. 

“La mayoría de las veces no podemos evitar que surjan estas emociones. Tampoco podemos ignorarlas, porque igualmente activan los mecanismos de alerta de nuestro cuerpo y nos hacen daño a través del estrés, así que sólo nos queda la opción de expresarlas adecuadamente” señala. 

“Podemos aprender a regular las emociones aplicando la conciencia plena, es decir, atreviéndonos a sentir una emoción tal cual es cuando aparece, cualquiera que sea. Una emoción siempre nos dará una información valiosa sobre lo que nos sucede en el momento presente”, explica Asuero. 

Cada emoción nos dice algo de nosotros mismos, y puede transformar una amenaza en una oportunidad de crecimiento, si nos hacemos las preguntas adecuadas: ¿Qué significado tiene que esté irascible y de mal humor cada vez más a menudo?, ¿Por qué no estoy satisfecho?, ¿Puede ser que la tristeza me indique que mi tiempo y energía no están orientados hacia lo que de verdad me importa en la vida? ¿Estoy decidiendo cómo quiero vivir?. 

“El mindfulness ofrece una nueva forma de afrontar el estrés, aprendiendo a vivir cada instante de forma más consciente y saludable, y a regular las emociones que surgen en nosotros para que, en lugar de hacernos daño, nos encaucen hacia una vida más feliz y en paz”, señala Asuero, que brinda una serie de claves prácticas para cultivarla atención plena. 

• Vive cada momento. “La realidad se desarrolla momento a momento. Vívelos sin dejarlos pasar pensando en fantasías sobre el futuro o recuerdos del pasado. Rumiar los problemas causa mucho estrés y ansiedad y no nos ayuda a solucionar, solo nos aprisiona en ellos”. 

• No juzgues ni te juzgues. “Todo juicio produce cierta tensión emocional y evitarlos nos hace sentir libres y nos abre a nuevas opciones. Recuerda que todos los acontecimientos o comportamientos se producen por una serie de causas, que a su vez son producidas por otras, y así hasta el infinito”. 

• Confía en ti y en la vida. “La felicidad no depende de factores externos. ¡Créetelo! Trata de ser tú mismo y acepta lo que tienes aquí y ahora: es la única posibilidad real así que trata de vivirla de la mejor manera posible. Es tu propia decisión, de nadie más”. 

• Cultiva la mente de explorador. “Toda situación tiene algo de nuevo. En vez de fijarte en lo difícil, en las preocupaciones, busca en ti mismo los sentimientos positivos: están ahí dentro. De todo se aprende si tenemos curiosidad y alegría”. 

• Aprende a soltar.
 “Lo que resistes persiste y lo que aceptas se transforma, dice un dicho popular. Solo aceptando lo que hay con paciencia, podemos intentar cambiar algo. Y ese cambio siempre ha de empezar por nosotros mismos, nunca por esperar a que los demás cambien. Acepta la soberanía sobre tu propia vida”./EFE 

Fuente
http://www.2001.com.ve

lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Cómo educar para el conflicto para favorecer un clima positivo y evitar el estrés del docente?

Los docentes debemos enfrentar situaciones que proviene de un mundo en cambio, estas novedades son en si mismas generadoras de estrés, y debemos cuidarnos además, a nosotros mismos ¿Qué podemos hacer? Como toda situación humana, son muchos los caminos, en los siguientes párrafos se ofrecen algunos de ellos, para ser tenidos en cuenta 
Revisando el concepto de disciplina
Favoreciendo las habilidades sociales
Promoviendo el aprendizaje cooperativo
Desarrollando habilidades para resolver conflictos
Enseñar técnicas de negociación y mediación en el currículo

1. Algunas técnicas que disminuyen el estrés docente: El utilizar el aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo es una estrategia basada en la interacción entre alumnos diversos cuyo objetivo fundamental es conseguir que el alumnado se ayude mutuamente para favorecer el proceso de aprendizaje. Está comprobado que su utilización en el aula crea un clima positivo y reduce la conflictividad, y por lo tanto, disminuye el estrés.

¿Cómo se entiende el trabajo cooperativo?
Es un grupo de personas que se asocian y buscan ayuda mutua para realizar actividades conjuntas y aprender unos de otros. Es tan importante el resultado obtenido como el proceso para conseguir este resultado

Objetivos del aprendizaje cooperativo
Potenciar las relaciones positivas entre todo el alumnado
Conseguir que el alumnado sea autónomo en su aprendizaje
Atender a la diversidad del alumnado
Reducir el fracaso escolar
Mejorar el clima del Centro

Principios del aprendizaje cooperativo
Basado en la interdependencia e interacción positiva
Se favorece la heterogeneidad y la complementariedad
Liderazgo compartido
Se potencian diversas habilidades
Se promueve la colaboración

Metodología del aprendizaje cooperativo
Aplicación de las NNTT de la información y comunicación El cambio de rol del profesorado (mediador y supervisor) Materiales diferentes
Planificación de las tareas
Enseñar aprender a aprender

Funciones básicas del alumnado
Ponerse de acuerdo en lo que hay que hacer Decidir cómo se hace y quién lo hace Realizar los trabajos individuales
Discutir dichos trabajos
Escoger entre estos los que interesan al trabajo grupal o bien ejecutar cada uno una parte del trabajo
Valoración del trabajo según criterios establecidos

Método de trabajo con el alumnado
Formar los grupos (por rendimiento, por sexo, por solidaridad, por actitudes, por aceptación o rechazo de los compañeros) cada grupo será de 3 o 4 personas
Asignar trabajo por parte del profesor
Reflexionar sobre el reparto del trabajo
Realizar el trabajo individual. Evaluación por parte del profesor o por parte del grupo
Cada integrante expone al grupo el trabajo realizado
Se consensúa la información y el contenido del trabajo en grupo que se entregará al profesor
Evaluación y autoevaluación (50%) del trabajo presentado
Prueba individual por parte del profesor

¿Es lo mismo trabajo en grupo que trabajo cooperativo?
El trabajo cooperativo es una forma de trabajo en grupo, tiene en cuenta la responsabilidad individual, todos trabajan en el grupo, se discute y se solucionan problemas

Resultados
Cada alumno comprueba la cantidad de estrategias usadas por los demás, se favorece la inclusión y la integración, se fomenta la colaboración y no la competición, aumenta el rendimiento y se ejercita la responsabilidad.

El usar esta metodología es una forma de educar en el conflicto reduciendo la parte negativa y por lo tanto, es una estrategia para reducir el estrés docente.

2.. Modelos de gestión de convivencia
Se define la gestión como el conjunto integrado de planteamientos educativos que tratan de argumentar y justificar una serie de actuaciones que se adoptan en el Centro para prevenir y hacer frente a los problemas de convivencia

Modelos de gestión
1º los modelos excluyentes o punitivos
2º los modelos mediadores
3º los modelos comunitarios

1. Modelos excluyentes
Se aísla a determinado sujetos (los que no se ajustan a las normas). Elaboración de normas y elaboración de reglamentos.
Limitación de algunos sujetos en las aulas.
Regulación estricta de premios y castigos.

2. Modelo mediador
Se adapta a la diversidad y da una respuesta a cada sujeto. El poder de resolución se traslada a la relación o comunicación directa de las partes.
Hay dos formas:
Respuesta global (Prevención Primaria)
Respuesta especializada (Prevención Secundaria y Terciaria).

3. Modelo Comunitario
Pretende crear un clima de convivencia, que además de dar respuesta a los conflictos cuando surjan y a la vez se evita que aparezcan.
Condiciones necesarias para una buena gestión de convivencia
-             Normas consensuadas por todos los componentes de la comunidad escolar.
-             Contar con un buen sistema de dialogo y tratamiento de conflictos en la organización del Centro (negociación, mediación).
-             Cambiar elementos como: currículo, colaboración de las familias, revisar las interacciones, reacción inmediata ante la disrupción.
Para reducir el estrés docente se aconseja en modelo comunitario.

Las actitudes ante el conflicto pueden ser:
• Competición (gano/pierdes)
• Acomodación (pierdo/ganas)
• Evasión (pierdo/pierdes)
• Cooperación (gano/ganas)
• Negociación
La mejor actitud ante un conflicto es ganar las dos partes implicadas

3. Estrategias para resolver los conflictos
Entre las medidas generales se sitúan:

1.         Enfriar la situación y no actuar cuando se esté alterado.
2.                      Escuchar atentamente los mensajes de todas las partes, tanto con el lenguaje gestual como por los mensajes expresados.
3.                      Expresarse sin insultos, no se debe en ningún caso admitir atacar o ser atacado de forma verbal por ser una de las formas de violencia.
4.                      Pasar del tu al yo. Enfría más las situaciones y provoca menos alteración expresarse en primera persona, expresando sentimientos y emociones.
5.                      Control de emociones. En situaciones conflictivas es necesario saber controlar las emociones.
6.                      Cambio de perspectivas, es decir, ver las distintas opciones de un problema o de las soluciones.
7.                      Exponer claramente los puntos de vista
Entre algunas estrategias específicas se pueden considerar:

A) Estrategias para afrontar las conductas inapropiadas
• Refuerzos positivos
• Aprender a escuchar
• Cambios de actividad
• Utilizar gestos y miradas
• No prestar atención ante faltas leves
• Silencio por parte del profesor

B) Estrategias para afrontar las conductas inapropiadas
• Acercamiento al alumno conflictivo
• Llamar la atención
• Utilizar el humor
• Mensajes en 1º persona
• Explicar las consecuencias
• Que el alumno se castigue a sí mismo
• Reflexión grupal

C) Medidas correctoras para el alumnado que no deja hablar
• Intentar hablar a solas con ellas/ellos
• Explicarle como se sienten los demás
• Procurar establecer algún acuerdo

D) Medidas correctoras para el alumnado agresivo
• Plantarle cara, pero sin provocar la agresividad
• Mantener el control visual
• No dar muestras de enfado ni de debilidad
• No consentir de ninguna forma la agresividad contra otras personas
• Aislarlo para que no tenga público

E) Medidas correctoras para el alumnado que pierde el control
• Inmediatamente expulsión del aula
• No perder el control visual
• Intentar comprender lo que les preocupa cuando se han tranquilizado

F) Medidas correctoras ante el alumnado que no cumple las tareas o no trae el material
• Poner fechas límites para su actitud
• Hacerles comentarios positivos
• Penalizar si sigue con su actitud

G) Medidas correctoras para el alumnado que muestra una actitud negativa
• No discutir nunca con ellos/ellas
• Intentar que busquen soluciones
• Intentar que reflexionen sobre las consecuencias de su actitud

H) Medidas correctoras para el alumnado que siempre se queja o lamentan
• No darle nunca la razón
• Enseñarle a que solucionen sus problemas
• Interrumpirlo lo más pronto posible
• Parafrasear
• Hacer preguntas para que reflexionen sobre sus lamentos

I) Medidas correctoras para el alumnado que no se relaciona
• Intentar iniciar conversaciones sobre cosas intranscendentes
• Utilizar siempre preguntas directas
• Utilizar el Lenguaje corporal amigable
• No terminar nunca las respuestas aunque sean muy lentas

6.4. Mediación
Es una estrategia usada para resolver conflictos y permite reducir el estrés del profesorado.

Es un método para resolver conflictos que supone un tercer neutral que puede ayudar a los disputantes de forma cooperativa de manera tal que puedan resolver el problema.

La mediación busca la negociación integradora, se basa en el consenso, la colaboración y una actitud constructiva. Pueden ser alumnos, profesores o padres. No son jueces ni árbitros sino que regulando el proceso de comunicación se pretende llegar a una solución en la que todos ganen

Clases de mediación
La mediación puede ser formal e informal. En al formal todo está más reglado y las técnicas, las normas están establecidas.

Clima para la mediación Reducir la hostilidad Orientar la discusión
Coordinar el proceso de negociación

Diferencias con el arbitraje
• Se diferencia del arbitraje, en que en éste, tras escuchar a las personas en conflicto, toma una decisión que ambas deben cumplir, mientras que en la mediación, son las personas involucradas en el conflicto quienes deben tomar la decisión

Proceso en la mediación:
1º Entrada: Aceptación
Recopilar información
Establecer y aceptar las reglas del proceso
2º Cuéntame
3º Ubicarnos
4º Arreglar
5º Acuerdo
6º Verificación y evaluación de acuerdos

Fase primera o de premediación
En ella se crean las condiciones que facilitan el proceso, se habla con las partes en litigio por separado, se explica el proceso que se va a seguir, y se solicita el consentimiento. Se crea confianza y se establecen las normas

Fase segunda o cuéntame
Cada una de las parte en conflicto exponen su versión expresando también los sentimientos. Es fundamental que las partes se escuchen.

Fase tercera o ubicarnos
Se trata de identificar el conflicto, los puntos comunes y los divergentes.

Fase cuarta o proponer soluciones

Búsqueda creativa de soluciones y evaluación de estas por las parte litigantes.

Fase quinta o llegar a un acuerdo
Definir con claridad los acuerdos que deben ser equilibrados, específicos y posibles.

Fase sexta o evaluación
Una vez consensuado los procedimientos de revisión y seguimiento, pasado un tiempo evaluar los resultados.

Habilidades en la mediación
Escucha activa (mostrar interés, clarificar, parafrasear, reflejar sentimientos, resumir). Estructurar (mantener el orden y la dirección).

Ponerse en lugar del otro. Mensajes en primera persona.

La mediación es algo más que una técnica de resolución de conflictos. Debe ser entendida como una metodología de enseñanza, cuyo núcleo es la relación interpersonal, posibilitando la reflexión y el pensamiento complejo.

Clases de mediación
Mediación espontánea o directa.

Medicación institucionalizada o equipos de mediación. Mediación entre iguales.

Mediación entre adultos.

 Toma de decisiones
La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las alternativas para resolver situaciones de la vida. Se pide a la persona que haga uso del razonamiento y pensamiento para elegir una decisión a un problema.

Otra estrategia para eliminar el estrés del profesorado es aprender a tomar decisiones. Pasos para una buena toma de decisiones:

a) Definir el problema

b) Soluciones posibles ( aportar todas las que se ocurran sin eliminar ninguna) Se deben escribir todas

c) Ventajas e inconvenientes de cada una de las soluciones

Se podría poner en dos columnas para cada una de las soluciones aportadas

d) Toma de decisión:
-qué se va a hacer
-quien lo va a hacer
-cómo se va a hacer
-cuándo Se va a hacer
e) Acostumbrar a una posible evaluación de dicha solución






Extraído de
Cómo afrontar el estrés docente
Autora: Pilar Sánchez Álvarez
IES La Basílica

domingo, 13 de noviembre de 2011

Preocupación por violencia escolar

A los “tradicionales” factores que producen el estrés docente, se ha agregado con fuerza el de la violencia. Vivimos en una sociedad marcada por ella, la competencia, las insatisfacciones la generan, todo indica que lo seguirán haciendo. Es necesario tomar conciencia y actuar, en caso contrario se agudizará. El siguiente artículo describe la situación actual.


Ya es sabido que el ámbito escolar ha dejado de ser el lugar donde se desarrolla la educación legitimada para ser, ahora, el nuevo escenario donde los hechos de violencia –tanto entre alumnos como entre docentes y estudiantes- se multiplican día a día, y se convierte así en un nuevo fenómeno social.

El Licenciado en Psicología Emiliano Chaparro –quien además trabaja en un gabinete psicopedagógico escolar- afirmó que la violencia es como un circuito” pero aclaró que no siempre es correcto decir que los chicos son violentos sino abrir más el panorama y ver que la sociedad es violenta.

El profesional comentó que la violencia es algo que atraviesa a todos los seres humanos y que no sólo se circunscribe a la escuela, ya que se manifiesta en muchos espacios pero que si se la trabajara sería correctamente canalizada.

En cuanto a la violencia escolar en Formosa, Chaparro comentó “hay un mayor índice de violencia en los niños, son más detectables. Inclusive a nivel nacional una encuesta reveló que ha aumentado bastante. El problema también se agrava porque se manifiesta entre docentes dentro de la misma institución, y es hace difícil afrontarlo”.

Tanto la violencia física, la verbal y la violencia pasiva - “que usan muchos jóvenes, la de aquel que te saca de quicio, aunque en concreto no haga nada malo”- han invadido los espacios educacionales en los últimos años y los maestros y profesores, así como los padres esperan encontrar respuestas muy pronto.

La situación es cada vez más grave, y se acrecienta día a día, ya que es misma violencia es trasladada a la casa gracias a la inmediatez de las redes sociales. Es decir, los chicos llevan mucho más allá su enojo y sus peleas y la comparten con desconocidos, bajan videos de chicos peleando o crean grupos donde odian a una compañero. Por eso es necesario estar atentos a las manifestaciones y los síntomas que muestran los chicos. Hay que prestar atención y debería haber un trabajo conjunto de los establecimientos con los padres.

Varias formas
“Hay muchas maneras de trasladar la violencia desde y hacia la escuela. Hay diversas formas de violencia, la física, la violencia verbal y la violencia pasiva que la que se ejerce de manera subjetiva. La cultura genera canales para tratar la violencia, es el diálogo el que puede acerca las posiciones lo suficiente”, afirmó Chaparro.
Según Chaparro un factor importante es lo que los chicos viven en sus hogares “ante la violencia que viven en la casa en forma pasiva, lo vuelcan en forma activa en la escuela o en las calles. Es decir que se manifiesta en la escuela pero ya viene de la familia, ya que es una manera que tiene el aparato psicológico para incorporar esa situación traumática”.

Soluciones
Es urgente encontrar soluciones, para mejorar la salud de los docentes, ya que con niveles tan altos de miedo, temor y stress es difícil educar.
La violencia se puede encauzar hacia otros aspectos positivos, esa energía puede ser dirigida o encaminada hacia otro lugar.

Y la herramienta fundamental es el diálogo, la comunicación. Otros recursos para encauzarla es practicando deportes o algún otro pasatiempo como la pintura, los juegos o el baile. “Las instituciones educativas también cuentan con herramientas adecuadas para apoyar la no violencia o para frenar la misma cuando surge el conflicto, enseñando sobre la tolerancia y la mediación para frenar esta problemática. Para ello hay un grupo de psicólogos y psicopegagos que intervienen en estos casos” concluyó el psicólogo.

Fuente
El Comercial de Formosa

sábado, 5 de noviembre de 2011

Cómo manejar el estrés

El estrés es parte de nuestra vida, y la clave está en manejarlo, para que no se convierta en un enemigo. El siguiente artículo, extraído del sitio oficial USA salud, nos informa sobre cómo manejar el estrés y qué actividades podemos desarrollar.

 

Lo básico

Prevenir y manejar el estrés puede ayudarte a reducir el riesgo de tener problemas graves de salud, como enfermedades del corazón, presión arterial alta y depresión. Puedes prevenir o reducir el estrés al:
·                            Planear con anticipación
·                            Prepararte para eventos estresantes
Es difícil no tener nada de estrés. Puedes encontrar formas de manejar el estrés si:
·                            Te das cuenta de que te estás sintiendo estresado
·                            Te tomas el tiempo para relajarte
·                            Haces más actividad física y comes alimentos saludables
·                            Hablas de la situación con tu familia y amigos

¿Cuáles son las señales de que uno está estresado?
Cuando las personas están estresadas, se pueden sentir:
·                            Preocupadas
·                            Irritables
·                            Deprimidas
·                            Con problemas de concentración
El estrés también afecta al cuerpo. Algunas señales físicas del estrés incluyen:
·                            Dolor de cabeza
·                            Dolor de espalda
·                            Problemas para dormir
·                            Malestar de estómago
·                            Aumento o pérdida de peso
·                            Músculos tensos
·                            Resfríos muy seguido o que son más graves
Mira esta información para entender mejor tu estrés. Enlace externo (Disponible sólo en inglés)

¿Qué causa el estrés?
A veces el estrés se debe a algún cambio. Aun los cambios positivos como el matrimonio o una promoción en el trabajo pueden ser estresantes. El estrés puede ser a corto o a largo plazo.
Unas causas del estrés a corto plazo son, por ejemplo:
·                            Tener muchas cosas que hacer en poco tiempo
·                            Tener muchos problemas pequeños en un día (por ejemplo, mucho tráfico o llegar tarde)
·                            Perderse
·                            Discutir con alguien
Unas causas del estrés a largo plazo son, por ejemplo:
·                            Pasar por un divorcio o tener problemas con tu pareja
·                            Perder a un ser querido
·                            Tener una enfermedad
·                            Cuidar de una persona enferma
·                            Tener problemas en el trabajo
·                            Tener problemas de dinero

¿Cuáles son los beneficios de manejar el estrés?
Manejar el estrés puede ayudarte a:
·                            Dormir mejor
·                            Controlar tu peso
·                            Enfermarte con menos frecuencia y recuperarte más pronto
·                            Reducir el dolor de cuello y de espalda
·                            Mejorar tu estado de ánimo
·                            Llevarte mejor con la familia y los amigos

 

¡Actúa!

Estar preparado para una situación y estar en control de ella te hará sentir menos estrés. Sigue estos 9 consejos para prevenir y manejar el estrés:
1. Organiza tu tiempo
Piensa por adelantado cómo vas a utilizar tu tiempo. Haz una lista de las cosas que tienes que hacer y decide qué cosas son las más importantes. Sé realista sobre cuánto tiempo te tomará hacer cada cosa.
2. Prepárate con anticipación
Prepárate con anticipación para las situaciones estresantes, como una entrevista de trabajo o una conversación seria con un ser querido.
·                  Imagina la escena en tu mente
·                  Mantente positivo
·                  Piensa cómo será el cuarto o la oficina donde vas a estar y qué vas a decir
·                  Ten un plan alternativo
3. Relájate con respiraciones profundas. 
Mira lo fácil que es hacer respiraciones profundas para relajarte.  (Disponible sólo en inglés)
4. Relaja los músculos.
El estrés causa tensión en los músculos. Intenta hacer ejercicios de estiramiento o darte una ducha con agua caliente para relajarte. Puedes hacer estos estiramientos en tu escritorio. (Disponible sólo en inglés)
5. ¡Sé más activo!
La actividad física y el ejercicio pueden ayudar a prevenir el estrés o a manejarlo mejor. También pueden ayudar a relajar los músculos y a mejorar tu estado de ánimo. Prueba una nueva actividad, como el yoga o la jardinería.
Intenta hacer 2 horas y 30 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana. Por ejemplo, puedes caminar rápido o andar en bicicleta. Haz ejercicio en bloques de por lo menos 10 minutos a la vez. Haz actividades de fortalecimiento como los abdominales (sentadillas) o levantamiento de pesas por lo menos 2 días a la semana.
6. Come alimentos saludables.
Come vegetales, frutas y proteína para que tengas suficiente energía.
7. Si tomas alcohol, hazlo sólo en moderación .
No tomes bebidas alcohólicas ni consumas drogas para manejar el estrés. Si tomas, hazlo sólo en moderación. Las mujeres no deben consumir más de 1 bebida alcohólica al día, y los hombres no deben tomar más de 2 bebidas alcohólicas al día.
8. Habla con la familia y los amigos. 
Diles a tu familia y amigos que te sientes estresado. Quizás ellos te puedan ayudar.
9. Busca ayuda si la necesitas. 
Si tu estrés no se va o si empeora, es posible que necesites ayuda. Con el tiempo, el estrés puede llevar a problemas graves de la salud como la depresión, la ansiedad o el trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés).
Estos problemas médicos se pueden tratar con terapia (también llamada psicoterapia) o medicamentos. Si te sientes triste o desanimado, habla con tu doctor sobre la depresión. También, aquí puedes aprender más sobre la ansiedad.
Un profesional de la salud mental (como un psicólogo o un trabajador social) te puede ayudar a manejar el estrés. El estrés es parte de la vida, y muchas personas necesitan ayuda para manejarlo mejor


Fuente
Healtfinder.gov
Sitio oficial sobre salud de los EEUU
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