domingo, 29 de mayo de 2011

El estrés en los docentes

El estrés en los docentes
El cambio producido en la sociedad en estos últimos años ha influido en la vida de las personas porque se han modificado los valores imperantes en otros momentos históricos, y éstos, como guías de actuación y pautas de conducta de las personas han sufrido una transformación ya que el hombre influye en la sociedad convirtiéndose en agente de los cambios pero a la vez es sujeto paciente de las modificaciones producidas en ella.
Se han producido grandes avances científicos, tecnológicos o sanitarios; las concepciones filosóficas han variado a ritmo acelerado, las relaciones personales y las propias interpersonales se han visto influenciadas por las nuevas tecnologías, originando un concepto de hombre diferente al siglo pasado.
Por otra parte, junto a la familia tradicional se está dando cada vez con más frecuencia otro tipo de familias con roles cada vez más ambiguos. Hoy existen familias formadas por un solo progenitor, familias con separaciones y divorcios, con hijos de distintos padres o madres conviviendo en el mismo hogar, familias cuyos cónyuges son del mismo sexo… La familia es, con mayor frecuencia nuclear, desapareciendo en la vida de los niños y niñas, figuras como los abuelos, El derecho y el deber de los padres a la educación de los hijos están siendo olvidados delegando ese deber en la escuela, siendo el profesorado el que debe asumir estas funciones.
En esta sociedad cambiante “el maestro” sufre una pérdida de reconocimiento social debido en gran parte por la desvalorización de la cultura y también el culto actual a las personas con gran poder económico. También se ha producido un cambio en el del profesor, al que se le exige no sólo transmitir conocimientos, sino enseñar a aprender a aprender.
En los últimos años se han puesto en marcha varias reformas educativas, con cambios de estructura, de currículo, de criterios de evaluación, etc. El profesorado vive diariamente la falta de motivación del alumnado, la falta de disciplina, el comportamiento de los conocidos objetores escolares distorsionando el desarrollo de convivencia en el aula, el desinterés de las familias, la falta de promoción del profesorado, la apatía y el largo periodo de tiempo empleado por la administración en solucionar problemas, etc. Todas estas situaciones, junto a la nueva forma de vida han provocado en muchos docentes situaciones angustiantes que en ocasiones ha dado lugar a enfermedades.
Realizada esta breve introducción procederé a establecer una aproximación teórica que delimite el estrés laboral docente.

DEFINICIÓN DE ESTRÉS
La primera vez que se utilizó el concepto estrés, fue en un trabajo realizado en 1.936 por Hans Selye. En él se define el estrés como: "una respuesta no específica del cuerpo a cualquier requerimiento. Se desarrolla como reacción a un estímulo llamado stressor e implica un proceso de adaptación que se manifiesta mediante cambios en los niveles hormonales".
Basándose en esta definición, Esteve pone de manifiesto la dimensión biológica del estrés, es decir, el ser humano como un todo responde orgánicamente, con cambios en el organismo a todo estresor que incide sobre la persona.
Trianes, 2002, en el libro “Estrés en la Infancia” afirma: El concepto de estrés implica al menos cuatro factores:
-                        Presencia de una situación o acontecimiento identificable.

-                        Dicho acontecimiento es capaz de alterar el equilibrio fisiológico y psicológico del organismo.
-                        Este desequilibrio se refleja en un estado de activación marcado por una serie de consecuencias para la persona de tipo neurofisiológico, cognitivo y emocional.
-                        Estos cambios, a su vez, perturban la adaptación de las personas”.

Si se analiza todas estas definiciones el estrés se produce en la persona, que como un todo unitario responde a un estímulo, tanto interior como exterior, pero ese estrés no se mide directamente como el peso o masa, sino que el organismo responde alterando su funcionamiento y esta alteración produce unas síntomas internos y externos que definen el estrés. Por lo tanto, las definiciones dadas sobre ese concepto se podrían agrupar en tres enfoques:
1º estrés como estímulo.
2º estrés como respuesta
3º enfoque interactivo

En primer lugar, se define el Estrés como estímulo o condición ambiental cuando se dedica a identificar las diferentes fuentes de presión que inciden en las personas y al estudio de las respuestas fisiológicas, cognitivas, y conductuales consecuencias de dicha presión. Ejemplo de eso sería el trabajo excesivo, responsabilidad alta en un acontecimiento, etc.
Si se considera como respuesta se define el Estrés como los indicios de tensión, es decir, son las respuestas psicofisiologicas y conductuales las que definirían el estrés .Se refiere a las alteraciones en los sentimientos, emociones, comportamientos
Y por último, el enfoque interactivo trata de integrar las dos posturas anteriores y se define como la interacción del individuo con el medio, es decir, en la valoración que el sujeto hace de la situación. Esta postura es la más aceptada en la actualidad y casi todos los autores actuales siguen este enfoque.
Estos enfoques expuestos anteriormente permiten definir el estrés como una respuesta adaptativa ante un estímulo exterior es decir, como una herramienta del individuo para superar determinada situaciones, y en sus primeras etapas de desarrollo, una reacción positiva. Así en 1986 Lazarus y Folkman lo consideran como “Una relación particular entre el individuo y el entorno

Todos los seres vivos, incluido los seres humanos, responden bioquímicamente a su ambiente como mecanismo universal de adaptación al medio circundante, y en ocasiones la demanda exterior se percibe como una amenaza o con la sensación de peligro. Los humanos, además de esta respuesta como ser vivo, también responden psicológicamente y en algunas ocasiones no se dispone de recursos por lo que las respuestas de estrés son intentos fallidos del organismo por adaptarse a las condiciones externas del ambiente o tratar de cambiarlo.
Sin embargo, el estrés no es ni bueno ni malo, porque esa respuesta que da la persona es necesaria para mantenerse en alerta, necesaria para muchos individuos en su vida; sólo cuando se dan las condiciones de no poder responder a las exigencias físicas o psicológicas, y se producen alteraciones no deseadas en la persona se habla de estrés en sentido de malestar.
En la revista de Ciencias Sociales, (2003) en el volumen 9, en el artículo : “Estrés en docentes universitarios” de Marhilde Sánchez de Gallardo y Luz Maldonado Ortiz, afirman: “… la consideración del estrés como negativo, cuando se experimenta excesiva cantidad, durante un periodo de tiempo demasiado largo y puede traer consecuencias conductuales (absentismo, rotación, accidentes, abuso de sustancias); cognitivos (toma de decisiones deficientes, falta de concentración, negligencia); fisiológicas (tesión arterial, colesterolemias, cardiopatías).

3. ESTRÉS LABORAL
El estrés laboral, según Mc Grath, es un desequilibrio sustancial (percibido) entre la demanda y la capacidad de respuesta (del individuo) bajo condiciones en las que el fracaso ante esta demanda posee importantes consecuencias (percibidas).
El principal síntoma del estrés laboral es la percepción de estar viviendo una situación que le supera y que no puede controlar. Esta situación puede llegar a impedir realizar correctamente su trabajo. Norfolk (2000) describe el estrés como un ingrediente inevitable de la vida, similar al hambre o a la sed. Esta afirmación supone que todos tenemos estrés, el problema surge cuando esa tensión producida en el organismo ante un estímulo es negativa y agobia a las personas. Toda persona tiene un nivel de ansiedad que mejora el rendimiento y por encima de ese nivel pueden surgir consecuencias perjudiciales.
Los estudios realizados por Levine (1.975) y presentados por Esteve (1.994), señalan tres etapas en el proceso de manifestación del estrés.
Estas tres etapas, señaladas por estos autores, son:

Fase de alarma como una etapa de incertidumbre y de confusión. En ella se plantea la situación de estresante y el individuo debe movilizar mayor energía para pode afrontar la situación.
Fase de resistencia en la que el organismo pone en marcha mecanismos biológicos para superar la crisis. Si la amenaza es constante, se puede producir la rotura de ese equilibrio que se consigue con los mecanismos puestos por la persona para contrarrestar la crisis.
Fase de agotamiento en la que el organismo ya no puede mantener respuestas adaptñativas y puede dar lugar a alteraciones fisiológicas que pueden derivar en importantes daños patológicos.

Si hablamos de mecanismo de afrontamiento de estrés y de respuestas producidas por el individuo, es necesario tener en cuenta la individualidad, ya que cada persona responde de manera distinta ante un mismo estimulo. Por ello, Esteve, en 1.994 afirma que al hablar de estrés hay que considerar la existencia de respuestas individuales. Ivancevich y Mattteson (1995) señalan que los estresores individuales están asociados directamente al papel que se desempeña o a las tareas asignadas en la organización laboral

Efectivamente, el informe "El Estado de la seguridad y la salud ocupacional en la Unión Europea", publicado por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, afirma que casi un tercio de la muestra de los/las trabajadores/as utilizada en el estudio sufre de estrés y que el ámbito dónde son prioritarias medidas urgentes preventivas es el psicosocial, y en particular, el estrés.

¿QUÉ ES EL ESTRÉS LABORAL DOCENTE?
Eloisa Guerrero Barona de la Facultad de Psicología. U.N.E.D. escribe que la primera motivación a la hora de escribir sobre la salud mental del profesorado es instar a las administraciones educativas a que se fomenten y financien investigaciones rigurosas sobre el tema del estrés. Hoy, en el momento actual, los docentes están sometidos a grandes presiones en su trabajo por múltiples causas, y estas tensiones afectan negativamente a este colectivo, convirtiéndose que es una de las causas más frecuentes de las bajas profesionales por enfermedad.
La investigación sobre malestar docente realizada por el profesor de Psiquiatría Seva Diaz (1986) destacó el alto porcentaje de inadaptación del profesorado de Bachiller y universitario, estando más desajustado psicológicamente que la población general. Es cierto, que se producen consecuencias disfuncionales, como tensión muscular en el cuello, dolor de cabeza, irritabilidad, cambios en el estado de animo, agotamiento, ansiedad, falta de motivación en todos los colectivos, pero las estadísticas de los últimos años vienen a corroborar la anteriormente expuesto.
En el informe de la OIT (1993) "El trabajo en el Mundo” se reconoce que el estrés y el síndrome de burnout no son fenómenos aislados, sino que ambos se han convertido en un riesgo ocupacional significativo de la profesión docente, que afecta de manera muy particular al profesorado según ilustran los datos que a continuación se detallan:
• En el Reino Unido, el 20% del personal docente padece problemas de ansiedad, depresión y estrés.
• En EE.UU. el 27% de los educadores investigados han padecido problemas crónicos de salud como consecuencia de la enseñanza. El 40% reconoce tomar medicamentos a causa de problemas de salud relacionados con su trabajo.
• En Suecia se llegó a la conclusión de que el 25% de los educadores están sujetos a tensión psicológica, en un grado que puede ser considerado de alto riesgo.
• En nuestro país la investigación sobre la salud de los profesores no se ha abordado como tal ni de manera unitaria.
¿Pero que es el estrés docente? Se han dado múltiples definiciones entre las que vamos a señalar la de Kyriacou y Sutcliffe (1978), el estrés del profesor se define como aquella experiencia de emociones negativas y desagradables, tales como enfado, frustración, ansiedad, depresión y nerviosismo, que resultan de algún aspecto de su trabajo y que van acompañadas de cambios fisiológicos y bioquímicos (Muchinsky, 2000).
Toda situación de estrés laboral puede estar generada por:
- Una respuesta ante las presiones o tensiones a las que se ve sometido el profesional.
- Un estímulo que alerta de situaciones indeseadas.
- Un desequilibrio entre las exigencias del puesto de trabajo y las capacidades individuales.


Extraído de
Cómo afrontar el estrés docente
Autora: Pilar Sánchez Álvarez
IES La Basílica

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