jueves, 8 de diciembre de 2011

MALESTAR DOCENTE

Muchas veces se habla del “Malestar docente”, pero ¿Qué es? ¿En qué consiste? ¿Qué lo produce? ¿Qué hacer? Los siguientes párrafos, que expresa un punto de vista médico, dan una respuesta a esas preguntas.



Desde hace tiempo viene utilizándose el tópico “malestar docente” (Berger,1957 - Mandra,1957 - Auriel,1980/82/84 -Dupont,1983) empleando esta expresión como la más inclusiva de las utilizadas en la bibliografía actual para describir los efectos permanentes de carácter negativo que afectan a la personalidad del profesor como resultado de las condiciones psicológicas y sociales en que se ejerce la docencia.

Blase señala y designa: “ciclo degenerativo de la eficacia docente”. Esteve:
A) Define “malestar docente” a partir de la explicitación de indicadores.
B) Intenta establecer un modelo que permita comprender las relaciones funcionales existentes entre los indicadores utilizados.
C) Propone estrategias destinadas a la reducción de dichos efectos negativos.

En relación a los indicadores distingue:
Factores de primer orden (directos)
- Recursos materiales y condiciones de trabajo.
- Violencia en las instituciones escolares.
- Agotamiento docente y la acumulación de exigencias sobre el profesor.
Factores de segundo orden (indirectos, referidos al contexto):
- Modificación en el rol del profesor y de los agentes tradicionales de socialización.
- Función docente: contestación y contradicciones.
- Modificación del apoyo del contexto social.
- Objetivos del sistema de enseñanza y el avance de los conocimientos.

Milstein - Galaszenski y Duquette (1984) al estudiar las fuentes de stress en los profesores destacan como elementos más significativos:
1- Los salarios
2- Falta de coherencia en sus relaciones con los alumnos.
3- Sobrecarga cuantitativa de trabajo.

En un estudio epidemiológico realizado por Francoise Amiel-Lebigre (1972), sobre las enfermedades de los profesores sometidos a tratamiento en centros asistenciales de la Mutualle Génerale de L’Education Nationale, concluye que los diagnósticos más frecuentes, sobre una muestra de 1.294 profesores enfermos, expresan: estados neuróticos 27%, estados depresivos 26,2%, personalidades y caracteres patológicos 17,6%. Los estados psicóticos como psicosis maníaco-depresivas 7,4%, y las esquizofrenias 6,6%, seguirían muchos más lejos(Esteve).

Cabe preguntarse ¿qué tipo de subjetividad produce el proceso de trabajo docente, en 1994?. ¿Qué pasa con un trabajo en crisis a nivel mundial pero que además hoy sufre la arremetida de la precarización en el marco del ajuste? ¿Cuál es la locura que nos afecta a los maestros? ¿Qué sucede cuando la inadecuación entre los deseos de un maestro que elige por vocación y valoración del hecho creativo de la tarea educativa, se encuentra en disfunción total con lo que el mismo y la sociedad espera de esa tarea. Cómo se juzga ese proceso que desde la inhibición, la fuga o el desgano termina cristalizado en depresiones o graves crisis subjetivas que condenan al docente a repetir el mecanismo de expulsión de sus propios compañeros, así como antes el sistema los lleva a ser testigos impotentes de la exclusión de los alumnos.

La identidad de un docente, así como el proceso de cada escuela es parte de un proceso de construcción histórica, la desarticulación actual que se cristaliza especialmente en la “expropiación del hecho educativo mismo”, la pérdida de control sobre el proceso de trabajo y el creciente criterio de racionalización, agudizan la crisis de identidad profesional docente.

Los ideales docentes forjados en su historia como sector popular, son hoy expropiados y desde el campo de la culpabilización individual retornan al mismo como imperativo. Es la cultura del mercado, de la fragmentación de los lazos sociales, de la negación de los Sujetos colectivos.

Hay que hacer de todo, para que en la escuela todo funcione, pacto de sacrificio que el docente pagará en muchos casos con el impacto directo sobre su cuerpo. La capacitación es expulsada del campo del derecho y retorna como exigencia. Los objetivos no se cumplen, la tarea es ambigua, campo propicio de la emergencia de la fatiga.

La problemática de la subjetividad en el trabajo docente deberá ser desplegada en toda su complejidad e impedir que se vea reducida a los fenómenos de la relación docente-alumno, reconstruyendo la relación entre pares y la comunidad. Educar es la tarea que deberá retornar como responsabilidad a un sistema educativo y a una comunidad que está excluida en su participación y se automargina muchas veces en la delegación a la institución escuela y a veces solo al maestro

Extraído de:
CRISIS EN EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA SALUD LABORAL DOCENTE
Autores:
Jorge Kohen
Médico. Facultad de Psicología. Universidad de Rosario. Argentina.
Iris Valles
Médico. Facultad de Psicología. Universidad de Rosatio. Argentina

1 comentario:

nittamar dijo...

Es verdad. Nos sobre-cargan de tareas y responsabilidades que nada tienen que ver con la tarea educativa y los médicos oficiales (Junta Médica) opinan que estamos en óptimas condiciones para desarrollar nuestro trabajo con los alumnos y no nos quieren aceptar las licencias. Resultado: alumno perjudicado ya que el docente trabaj hasta donde puede.

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