viernes, 20 de septiembre de 2013

Medidas de intervención sobre el burnout

El burnout está entre nosotros, y especialmente ha afectado a la docencia. Es necesario conocer sobre él, y fundamentalmente como enfrentarlo ¿Qué estrategias se pueden utilizar? El conocimiento es una de las armas, y la lucha debe entablarse en todos los niveles educativos y también en los de decisión. En los siguientes párrafos encontrarán una descripción de las estrategias de intervención señaladas en la teoría.


Estrategias de intervención sobre el burnout.
Son escasos los estudios centrados en qué estrategias de intervención son las mejores para solucionar el burnout en las personas afectadas, ya que a pesar de ser más de veinte años los que se llevan investigando acerca del síndrome, todavía hoy los trabajos se orientan a la descripción del síndrome, o bien a la consecución de un instrumento de medida del mismo. En cualquier caso, describimos a continuación brevemente algunas de las intervenciones que se han planteado, si bien esto no significa que siempre se hayan puesto en práctica, así en algunos casos se ha teorizado al respecto planteando los autores aquellas que creen más eficaces para reducir los niveles de burnout:

Adecuada comunicación.
Freudenberger planteaba que una forma de disminuir el impacto del burnout sería establecer una adecuada comunicación, entendida como la mejora de los canales de comunicación existentes en la organización, tanto en sentido vertical (supervisores) como horizontal (compañeros), lo que permitiría mayor claridad en el desempeño del trabajo, un establecimiento de recompensas adecuado, una igualación de las expectativas potenciales y reales y, como consecuencia de lo anterior, una mayor satisfacción en el trabajo. En definitiva, el autor parte de la hipótesis de que el establecimiento de una adecuada comunicación va a permitir un mejoramiento general de las condiciones del trabajo. En esta misma línea se sitúan Sarros y Densten al plantear el feedback positivo como una de las mejores estrategias para la disminución del síndrome.

Abordar los procesos inconscientes relacionados con el burnout.
Garden señala que una vez que se conozca la naturaleza precisa de los procesos no conscientes que subyacen al burnout la intervención habrá que dirigirla a estos procesos con un programa terapéutico similar al que se efectuaría ante cualquier otro problema psicológico. Recordemos que la autora, si bien acepta la influencia negativa del contexto organizacional en la génesis del síndrome, otorga a las características de personalidad de una importancia fundamental en el desarrollo del mismo, de ah í que su planteamiento de intervención sea con un enfoque clínico de carácter más clásico.

Inoculación de estrés.
Recientemente, Freedy y Hobfoll han planteado como técnica terapéutica para la solución del burnout la inoculación del estrés, ya que parten del supuesto de que burnout y estrés laboral son un mismo síndrome y, en tanto que estrés laboral es un tipo de estrés y la técnica se ha mostrado efectiva para su tratamiento; sugieren que la aplicación de la misma y la mejora del estado psicológico del individuo es una consecuencia lógica. En este planteamiento subyace el concepto de que burnout, como cualquier otro problema psicológico, debe ser afrontado desde la perspectiva clínica habitual, obviando la complejidad del síndrome que otros autores plantean, como hemos visto a lo largo del capítulo, y que harían del burnout "algo" más complejo que un simple "problema psicológico". Los autores lo aplican a un grupo de sujetos que sufrían burnout, obteniendo unos resultados esperanzadores.

Rotación.
Hiscott y Connop, desde una perspectiva organizacional, mantienen que una forma de solucionar el burnout es establecer rotaciones regulares entre los trabajadores afectados de burnout, que permitan reducir los efectos acumulativos de los estresores laborales. Lógicamente, si conseguimos que un trabajador disponga de una movilidad efectiva cuando las variables predictoras del burnout (inadecuados canales de comunicación, falta de recompensas, inadecuación de las expectativas, entre otras) están afectando al trabajador, éste podrá "escapar" del síndrome en otro puesto de trabajo. Esta estrategia, en principio es adecuada cuando son las variables organizacionales, básicamente, las que están incidiendo en la aparición y mantenimiento del burnout, y cuando estas variables se concentran en un puesto de trabajo determinado. Desconocemos los efectos beneficiosos que puede tener este planteamiento cuando las variables que afectan al individuo son, fundamentalmente, personales o cuando, a pesar de ser las de tipo organizacional las que predominan, afectan a toda la estructura laboral y, consecuentemente, a todos los puestos que el individuo puede desempeñar.

Terapia racional emotiva.
Ursprung señala que puesto que en el burnout están mediando pensamientos irracionales provocados por los diferentes eventos estresantes, se hace necesario hacer frente al síndrome mediante reestructuración cognitiva que permita combatir los pensamientos generadores de la situación aversiva en la que se encuentra, y que ayude a dotar al individuo de estrategias de afrontamiento efectivas para superar su situación.

Programa de intervención amplio.
Varios investigadores sugieren, a partir de amplias revisiones sobre el tema, que para hacerle frente al burnout no es suficiente con técnicas terapéuticas clásicas, sino que, puesto que se trata de un síndrome complejo y amplio en cuanto a sus causas y consecuencias, también la intervención que se ponga en marcha debe ser planificada con este carácter amplio. Comprenden que desde el punto de vista más clínico, cuando la incidencia de las variables personales son muy claras, un programa de este tipo deber á reunir un conjunto de estrategias terapéuticas ya conocidas en cuanto a su efectividad (inoculación de estrés, modificación de conducta, técnicas racionales, entre otras), pero ya que las variables organizacionales son muy relevantes cuando el burnout se conceptualiza en el contexto organizacional, los programas de intervención tendrán que enfocarse desde esta perspectiva: mejorar los canales de comunicación horizontales y verticales, establecer un adecuado sistema de recompensas, promover profesionalmente a los trabajadores intentando igualar las expectativas personales con las organizacionales, buscar la satisfacción en el trabajo, etc.

A nuestro juicio, probablemente, esta última línea de intervención sea la más adecuada a la hora de manejar el problema del burnout dada la compleja caracterización del síndrome, aunque las investigaciones en esta línea no han sido muy abundantes, quedando pendiente comprobar la efectividad de este planteamiento, as í como de cualquier otro que se describa en relación a la búsqueda de soluciones para el burnout padecido por los individuos.

Para terminar este apartado podemos citar el reciente trabajo de Richardsen y Burke, en el cual los autores marcan una serie de objetivos de intervención según el marco teórico desde donde situemos el estudio del síndrome, como es la propuesta de Sánchez Caro que plantea ante el fenómeno burnout, una combinación de terapia psicológica (psicoterapia dirigida a corregir disfunciones cognitivo-emocionales) y terapia farmacológica (ansiolíticos y antidepresivos), y que considera la estrategia de intervención óptima.




Tomado sobre investigación de:
Enrique J. Garcés de Los Fayos Ruiz
- Profesor de la Universidad de Murcia (Facultad de Psicología), desde 1994
- Doctor en Psicología por la Universidad de Murcia en 1999
- Autor de diferentes libros, artículos y participaciones en Congresos nacionales e internacionales.

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