El fenómeno del “Docente quemado” es una realidad en las aulas, ¿Qué modelos explicativos encontramos en la teoría? ¿Qué dimensiones consideran? ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas? ¿Cuáles son los factores que predisponen al Síndrome de Burnout?
Aunque no existe una definición unánimemente aceptada sobre
burnout, sí parece haber consenso en que se trata de una respuesta al estrés
laboral crónico, una experiencia subjetiva que engloba sentimientos y actitudes
con implicaciones nocivas para la persona y la organización. El
síndrome de “estar quemado” puede estudiarse desde dos perspectivas, clínica y
psicosocial. La perspectiva clínica asume el burnout como un estado (concepción
estática) al que llega el sujeto como consecuencia del estrés laboral, y la
psicosocial, lo define como un proceso con una serie de etapas que se generan
por interacción de las características personales y del entorno laboral.
Modelos explicativos
del Burnout
a) Modelo clínico. Desde una
perspectiva clínica, Freudenberger, empleó por vez primera el término burnout
para describir un conjunto de síntomas físicos sufridos por personal como
resultado de las condiciones de trabajo. Según este autor, es típico de las
profesiones de servicios de ayuda y se caracteriza por un estado de agotamiento
como consecuencia de trabajar intensamente, sin tomar en consideración las
propias necesidades. Este enfoque sostiene que burnout aparece más
frecuentemente, en los profesionales más comprometidos, en los que trabajan más
intensamente ante la presión y demandas de su trabajo, poniendo en segundo
término sus intereses. Se trata de una relación inadecuada entre profesionales,
excesivamente celosos en su trabajo y clientes excesivamente necesitados, como expuesta
del profesional asistencial al realizar un sobreesfuerzo.
En esta misma línea,
se consideró el burnout como un estado resultante del trauma narcisista
que conllevaba una disminución en la autoestima de los sujetos, mientras que se
lo conceptualiza como un estado en el que se combinan fatiga emocional, física
y mental, sentimientos de impotencia e inutilidad y baja autoestima. Este
estado según estos autores iba acompañado de un conjunto de síntomas que
incluía vacío físico, sentimientos de desamparo y desesperanza, desilusión y
desarrollo de un autoconcepto y una actitud negativa hacia el trabajo y hacia
la vida misma. En su forma más extrema, el burnout representa un punto de
ruptura más allá del cual la capacidad de enfrentarse con el ambiente resulta
severamente disminuida y es especialmente duro para personas entusiastas e
idealistas. Esta imagen del profesional como héroe trágico, víctima de su
propio celo e idealismo, que paga un elevado precio por su alto rendimiento,
fue la primera aproximación a este fenómeno, pero no se ajusta al modelo que
actualmente se acepta.
b) Modelo psicosocial. Desde una
perspectiva psicosocial, la mayoría de sus adeptos, aceptan hoy la definición
de burnout elaborada por Maslach y Jackson, quienes lo consideran como una
respuesta, principalmente emocional, situando los factores laborales y los
organizacionales como condicionantes y antecedentes. Estos estudios argumentan
que el Burnout es un síndrome tridimensional que se desarrolla en aquellos
profesionales cuyo objeto de trabajo son personas (usuarios) y añaden tres
dimensiones características:
- Agotamiento
emocional. Se define como cansancio y fatiga que puede manifestarse física,
psíquicamente o como una combinación de ambos. Es la sensación de no poder más
de sí mismo a los demás.
- Despersonalización.
Es la segunda dimensión y se entiende como el desarrollo de sentimientos,
actitudes, y respuestas negativas, distantes y frías hacia otras personas,
especialmente hacia los beneficiarios del propio trabajo. Se acompaña de un
incremento en la irritabilidad y una pérdida de motivación hacia el mismo. El
profesional trata de distanciarse no sólo de las personas destinatarias de su
trabajo sino también de los miembros del equipo con los que trabaja,
mostrándose cínico, irritable, irónico e incluso utilizando a veces etiquetas
despectivas para aludir a los usuarios y tratando de hacerles culpables de sus
frustraciones y descenso del rendimiento laboral.
- Sentimiento
de bajo logro o realización profesional y/o personal. Surge cuando se verifica
que las demandas que se le hacen, exceden su capacidad para atenderlas de forma
competente. Supone respuestas negativas hacia uno mismo y hacia su trabajo,
evitación de las relaciones personales y profesionales, bajo rendimiento
laboral, incapacidad para soportar la presión y una baja autoestima. La falta
de logro personal en el trabajo se caracteriza por una dolorosa desilusión y
fracaso en dar sentido personal al trabajo. Se experimentan sentimientos de
fracaso personal (falta de competencia, de esfuerzo o conocimientos), carencias
de expectativas y horizontes en el trabajo y una insatisfacción generalizada.
Como consecuencia: la impuntualidad, la abundancia de interrupciones, la
evitación del trabajo, el absentismo y el abandono de la profesión, son síntomas
habituales y típicos de esta patología laboral.
Si bien, la mayoría de las investigaciones actuales aceptan
la perspectiva psicosocial, algunos autores discrepan de los supuestos planteados
por Maslach y Jackson, de lo que no parece haber dudas es de que el síndrome de
burnout comprende una serie de alteraciones físicas, comportamentales y
emocionales que tienen su origen en factores individuales, laborales y
sociales.
Manifestaciones
clínicas
En cuanto a los síntomas, diversos autores revelan que se
pueden agrupar en cuatro áreas sintomatológicas:
- Síntomas psicosomáticos: Destacan los
dolores de cabeza, fatiga crónica, úlceras o desórdenes gastrointestinales,
dolores musculares en la espalda y cuello, hipertensión y en las mujeres
pérdidas de ciclos menstruales.
- Síntomas conductuales: Engloba síntomas
tales como ausentismo laboral, conducta violenta, abuso de drogas, incapacidad
de relajarse, etc.
- Manifestaciones emocionales. El
distanciamiento afectivo que el profesional manifiesta a las personas a las que
atiende, la impaciencia, los deseos de abandonar el trabajo y la irritabilidad,
forman parte de las manifestaciones emocionales que conforman el tercer grupo
sintomatológico. Es también frecuente, la dificultad para concentrarse debido a
la ansiedad experimentada, produciéndose así un descenso del rendimiento
laboral, al mismo tiempo, le surgen dudas acerca de su propia competencia
profesional, con el consiguiente descenso en su autoestima.
- Síntomas defensivos. Los síntomas
defensivos que aluden a la negación emocional. Se trata de un mecanismo que
utiliza el profesional para poder aceptar sus sentimientos, negando las
emociones anteriormente descritas cuyas formas más habituales son: negación de
las emociones, ironía, atención selectiva y el desplazamiento de sentimientos
hacia otras situaciones o cosas. También pueden utilizar para defenderse la
intelectualización o la atención parcial hacia lo que le resulta menos
desagradable.
Factores asociados al
Síndrome de Burnout
• La edad parece
no influir en la aparición del síndrome, aunque se considera que puede existir
un periodo de sensibilización debido a que transcurren unos años en los cuales
el profesional puede ser especialmente vulnerable, siendo los primeros años de
carrera profesional dado que sería el periodo en el que se produce la
transición de las expectativas idealistas hacia la practica cotidiana,
apreciándose en este tiempo que tanto las recompensas personales, profesionales
y económicas, no son ni las prometidas ni esperada.
• Principalmente
las mujeres parece el grupo más
vulnerable, quizá la doble carga de trabajo que conlleva la practica
profesional y la tarea familiar así como la elección de determinadas
especialidades profesionales que prolongarían el rol de mujer.
• El estado
civil, aunque se ha asociado el Síndrome más con las personas que no tienen
pareja estable, tampoco hay un acuerdo unánime; parece que las personas
solteras tienen mayor cansancio emocional, menor realización personal y mayor
despersonalización, que aquellas otras que o bien están casadas o conviven con
parejas estables En este mismo orden la existencia o no de hijos hace que estas
personas puedan ser más resistentes al síndrome, debido a la tendencia
generalmente encontrada en los padres, a ser personas más maduras y estables, y
la implicación con la familia y los hijos hace que tengan mayor capacidad para
afrontar problemas personales y conflictos emocionales; y ser mas realistas con
la ayuda del apoyo familiar.
• La
turnicidad laboral y el horario laboral de estos profesionales pueden conllevar
para algunos autores la presencia del síndrome aunque tampoco existe unanimidad
en este criterio
• Sobre la
antigüedad profesional tampoco existe un acuerdo. Algunos autores encuentran
una relación positiva con el síndrome manifestado en dos periodos,
correspondientes a los dos primeros años de carrera profesional y los mayores
de 10 años de experiencia, como los momentos en los que se produce un menor
nivel de asociación con el síndrome.
• Es conocida
la relación entre Burnout y sobrecarga laboral en los profesionales
asistenciales, de manera que este factor produciría una disminución de la
calidad de las prestaciones ofrecidas por estos trabajadores, tanto cualitativa
como cuantitativamente. Sin embargo no parece existir una clara relación entre
el número de horas y también el salario ha sido invocado como otro factor que
afectaría al desarrollo de Burnout en estos profesionales, aunque no queda
claro en la literatura.
Extraído de:
¿Cómo se presenta en sindrome de burnout en el personal
docente de la Sum
Remedios?
Autores:
Maylí Dagmi Fernández Pérez
Coordinadora de Maestría. SUM Remedios-Policlínico
Universitario “30 Aniversario de la caída en combate del Guerrillero Heroico y
sus Compañeros”. Remedios, Villa Clara. Cuba.
Isaias Rojas Lleonart
Profesor. Sede Universitaria Municipal de Remedios
(Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas).
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