Para la construcción del devenir del malestar docente se
realizó la búsqueda de información en diversos sitios de la web. Los hallazgos
generados de dicha búsqueda muestran que esta problemática ha sido estudiada en
el resto del mundo, específicamente en España, Argentina, Chile, Canadá, etc.
Países en los cuales la condición psíquica de los docentes pasa a ser
considerada un riesgo laboral y por ende es una causa legal de retiro laboral;
sin embargo, en nuestro país la investigación resulta incipiente y
contradictoria; por un lado, debido a la metodología de abordaje y por otro, a
la falta de sistematización de las investigaciones y hallazgos, los cuales
quedan a nivel exploratorio y descriptivo. Cabe aclarar que la información
encontrada corresponde a los primeros niveles de abordaje en la investigación y
en la mayoría son de corte cuantitativo, derivado de la aplicación del
Inventario Bournout de Malasch (M.B.I.); en éste se realiza una evaluación
tridimensional, pretendiendo diagnosticar el probable surgimiento del Síndrome
de Burnout (SB) desde un punto de vista psicosocial, considerando que la
manifestación encontrada es resultado de un proceso de readaptación del
profesional ante las circunstancias adversas que se le presentan y que termina
por evidenciarlo con un mal reajuste en sus reacciones de actividades asumidas.
Estas tres áreas de evaluación son: agotamiento emocional, Despersonalización y
falta de realización personal.
El Agotamiento
Emocional se refiere a un desgaste en el plano físico y psicológico, que
presenta una disminución de fuerza afectiva y el aparecimiento de debilidad de
estimación, provocando una grave alteración que sufren todos los recursos
emocionales que tiene el profesional por hacer frente a las descargas del
exterior y que por lo mismo le conlleva al surgimiento de sentimientos
negativos hacia sí mismo sobre su aptitud y su relación a los servicios que
ofrece.
La Despersonalización
es la actitud mecánica, distante, negativa y fría que llega a tener un
profesional en el contacto interpersonal, ya sea con los beneficiarios
receptores de sus atenciones o con los mismos compañeros de trabajo. Percibe
que las demandas laborales son muchas, que las relaciones personales terminan
por ser agobiantes debido a sus tareas excesivas.
Finalmente, la Reducción
de la Realización
Personal se refiere a la aparición de otros tipos de
sentimientos negativos que de igual forma son personales, esto es, que existe
la presentación en el individuo de autopercepciones de inferioridad, de ciertos
complejos, de sentir un encasillamiento de realizaciones y una desaparición de
superación profesional dentro del propio ámbito laboral; ello significa que
deja de haber o de sentir motivación alguna en su labor y lo imposibilita para
así desarrollar de manera efectiva su función o tener una realización de
progreso en el trabajo.
La autopercepción del profesional va haciéndose cada vez más
devaluativa y le sucede una sensación pesimista en cuanto a su relación de
trabajo y a su desempeño; por lo que empieza a mostrarse a disgusto consigo
mismo y con su quehacer laboral hace. Por ende, hay la aparición de
sentimientos de desaliento o de desilusión que sobrecogen al profesional; de
pronto percibe que las metas que se había propuesto no se han realizado de
manera cabal o se han dado parcialmente y que las expectativas que tenía
respecto a su trabajo no son acordes a la realidad laboral, al contrario, están
muy lejanas, por eso mismo, sus aspiraciones van haciéndose cada vez menos; de
ahí que se vaya originando en él autopercepciones que van a explicar cierta
decadencia en su relación laboral, cuando el profesional nota que su
deficiencia va siendo más palmaria empieza a asumir un mecanismo de negación,
que se da a través de la aparición de actitudes serviciales y de sobre interés
tratando de disimular una funcionalidad excesiva en su ejercicio de trabajo,
actitud que no siente sinceramente. Así mismo, surge una disconformidad del
plano personal y del ámbito laboral con la función de profesional, dándose el
hecho de que existe una discrepancia entre las perspectivas a alcanzar y lo que
en realidad ocurre; es decir, el profesional al desempeñar su rol de trabajo se
da cuenta de que las condiciones y los logros de realización buscadas son
mínimas y las responsabilidades y obligaciones son máximas, dándose entonces
por enterado de que todo estas limitaciones son desavenencias para lograr una
aptitud, una capacidad, una destreza y una suficiencia laboral que había sido
idealizada.
Extraído de:
De la catástrofe silenciosa, al malestar docente
Autores
Susana Martínez Ávila / Janet Serrano Díaz / Reyna Amador
Velázquez
Publicado en Rudics Revista Universitaria Digital de
Ciencias Sociales
Universidad Autónoma de México
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