Las autoras afirman “Sin pretender ser ingenuos, es evidente que todo ello tiene un trasfondo político, por un lado .. tener a merced del gobierno la voluntad de la Maestra; y por otro, al seguir las recomendaciones internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo, del Organismo para la Cooperación se obtendrán préstamos importantes … mientras eso sucede seguirá siendo el profesor objeto de saña, crítica, desprestigio, violencia y demás situaciones que lo llevan a presentar malestar docente, estrés y bournout, con sus respectivas consecuencias en el aula” Luego dan una respuesta a ¿Cómo superar esta problemática?
Es importante recordar la historia de la educación en
México, al menos respecto a política pública, los problemas de reprobación no
son nuevos, basta con señalar que hace casi 20 años en México se realizó el
primer examen público de conocimientos a maestros y alumnos. Los resultados
evidenciaron que ambos habían reprobado; al respecto, Guevara Niebla publicó
parte de la investigación con el título “México: un país de reprobados”. La
investigación ponía en evidencia un problema que se suscitaba en forma
cotidiana sin ruido ni testigos en las aulas: los niños no aprendían lo que
debían aprender y los maestros no enseñaban lo que debían enseñar, pero nadie
se quejaba ni la educación era materia de preocupación pública. En la
actualidad los resultados no han cambiado de manera significativa; sin embargo,
la opinión respecto a los resultados de Pisa, Enlace y Talis, se han
transformado, siendo seriamente cuestionada a la educación y a los docentes,
que a decir de Guevara Niebla hemos pasado de la catástrofe silenciosa al
escándalo educativo. Sin pretender ser ingenuos, es evidente que todo ello
tiene un trasfondo político, por un lado, golpear al único sindicato más grande
de Latinoamérica y con ello tener a merced del gobierno la voluntad de la
Maestra; y por otro, al seguir las recomendaciones internacionales del Banco
Interamericano de Desarrollo, del Organismo para la Cooperación se obtendrán
préstamos importantes y tal vez con ello se podrá invertir en educación para
mejorar la calidad educativa; mientras eso sucede seguirá siendo el profesor
objeto de saña, crítica, desprestigio, violencia y demás situaciones que lo
llevan a presentar malestar docente, estrés y bournout, con sus respectivas
consecuencias en el aula.
¿Cómo superar esta problemática? De acuerdo a Guevara Niebla
se necesita un cambio estructural; es decir, un cambio que modifique la distribución
de poder de decisión entre los actores del sistema educativo que son maestros,
alumnos, padres de familia, autoridades educativas y ciudadanía en general […].
La premisa debe ser otorgarle poder al maestro y a la escuela. Hasta hoy
el maestro es un operador y la escuela es una suerte de taller en donde se
cumplen regulaciones y órdenes que provienen del exterior. Calendarios,
horarios, planes, programas, métodos de enseñanza, sistemas de gestión escolar,
recursos financieros, plazas, todo esto —y más— se decide fuera de la escuela. El poder se
halla concentrado en la SEP y en el SNTE que cogobiernan la educación en todo
el territorio nacional24, en la medida que realmente se centre el poder y la
autonomía en la escuela será probable disminuir la problemática, siguiendo a
Gilberto tenemos un maestro y una escuela despojados de todo poder. ¿Cómo
exigirle rendimiento de cuentas a sujetos que no deciden su materia de trabajo?
¿Por qué hacerlos responsables de cosas que ellos no deciden? De hecho, su condición
de desposeimiento es lo que explica la falta de motivación que existe entre las
masas magisteriales para llevar a cabo las directivas que reciben del centro.
La escuela, , debe transformarse, reconvertirse en una entidad con alto grado
de autonomía (como lo recomienda, por cierto, la OCDE), lo cual supone
desmontar el aparato escolar absolutamente centralizado que hoy tenemos25.
Para cerrar este ensayo cabe señalar que son pocos los
estudios que existen en el país con respecto al docente y su salud. Nos queda
claro que tanto para el gobierno, el sindicato y la Secretaría de Educación, el
SB parece ser un problema poco importante o inexistente. De tal forma que las
exigencias cada día son mayores y el docente tiene que hacer frente a ellas
capacitándose, pero para estudiar un posgrado, como alternativa de superación
profesional, tendrá que buscar horarios que no interfieran con su actividad
docente, por lo general, los fines de semana. Lo que conlleva a descuidar los
hábitos alimenticios, suprimiendo periodos de descanso y sueño reparador, lo
que predispone a un estado de tensión, estrés y cansancio, limitando la
actividad social y familiar, así como el buen desempeño en todas sus
actividades.
Por último, es importante señalar que el Bournout es una problemática
que el docente no ha gestado en su acción pedagógica, son el conjunto de
condiciones que lo enferman, además de hacerle sentir culpable por situaciones
en las cuales él de manera directa no tiene injerencia, con la culpabilidad
asumida y con desesperanza aprendida . Vive un gran sector de la población
docente entre incertidumbre, penurias y dolor, enfrenta una responsabilidad que
no le corresponde y entonces la catástrofe silenciosa sigue y deviene callada y
sórdidamente en malestar docente.
Extraído de:
De la catástrofe silenciosa, al malestar docente
Autores
Susana Martínez Ávila / Janet Serrano Díaz / Reyna Amador
Velázquez
Publicado en Rudics Revista Universitaria Digital de
Ciencias Sociales
Universidad Autónoma de México
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