lunes, 5 de enero de 2015

¿Cómo mejorar el problema del burnout docente?


Las autoras afirman “Sin pretender ser ingenuos, es evidente que todo ello tiene un trasfondo político, por un lado .. tener a merced del gobierno la voluntad de la Maestra; y por otro, al seguir las recomendaciones internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo, del Organismo para la Cooperación se obtendrán préstamos importantes … mientras eso sucede seguirá siendo el profesor objeto de saña, crítica, desprestigio, violencia y demás situaciones que lo llevan a presentar malestar docente, estrés y bournout, con sus respectivas consecuencias en el aula” Luego dan una respuesta a ¿Cómo superar esta problemática?


Es importante recordar la historia de la educación en México, al menos respecto a política pública, los problemas de reprobación no son nuevos, basta con señalar que hace casi 20 años en México se realizó el primer examen público de conocimientos a maestros y alumnos. Los resultados evidenciaron que ambos habían reprobado; al respecto, Guevara Niebla publicó parte de la investigación con el título “México: un país de reprobados”. La investigación ponía en evidencia un problema que se suscitaba en forma cotidiana sin ruido ni testigos en las aulas: los niños no aprendían lo que debían aprender y los maestros no enseñaban lo que debían enseñar, pero nadie se quejaba ni la educación era materia de preocupación pública. En la actualidad los resultados no han cambiado de manera significativa; sin embargo, la opinión respecto a los resultados de Pisa, Enlace y Talis, se han transformado, siendo seriamente cuestionada a la educación y a los docentes, que a decir de Guevara Niebla hemos pasado de la catástrofe silenciosa al escándalo educativo. Sin pretender ser ingenuos, es evidente que todo ello tiene un trasfondo político, por un lado, golpear al único sindicato más grande de Latinoamérica y con ello tener a merced del gobierno la voluntad de la Maestra; y por otro, al seguir las recomendaciones internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo, del Organismo para la Cooperación se obtendrán préstamos importantes y tal vez con ello se podrá invertir en educación para mejorar la calidad educativa; mientras eso sucede seguirá siendo el profesor objeto de saña, crítica, desprestigio, violencia y demás situaciones que lo llevan a presentar malestar docente, estrés y bournout, con sus respectivas consecuencias en el aula.

¿Cómo superar esta problemática? De acuerdo a Guevara Niebla se necesita un cambio estructural; es decir, un cambio que modifique la distribución de poder de decisión entre los actores del sistema educativo que son maestros, alumnos, padres de familia, autoridades educativas y ciudadanía en general […]. La premisa debe ser otorgarle poder al maestro y a la escuela. Hasta hoy el maestro es un operador y la escuela es una suerte de taller en donde se cumplen regulaciones y órdenes que provienen del exterior. Calendarios, horarios, planes, programas, métodos de enseñanza, sistemas de gestión escolar, recursos financieros, plazas, todo esto —y más— se decide fuera de la escuela. El poder se halla concentrado en la SEP y en el SNTE que cogobiernan la educación en todo el territorio nacional24, en la medida que realmente se centre el poder y la autonomía en la escuela será probable disminuir la problemática, siguiendo a Gilberto tenemos un maestro y una escuela despojados de todo poder. ¿Cómo exigirle rendimiento de cuentas a sujetos que no deciden su materia de trabajo? ¿Por qué hacerlos responsables de cosas que ellos no deciden? De hecho, su condición de desposeimiento es lo que explica la falta de motivación que existe entre las masas magisteriales para llevar a cabo las directivas que reciben del centro. La escuela, , debe transformarse, reconvertirse en una entidad con alto grado de autonomía (como lo recomienda, por cierto, la OCDE), lo cual supone desmontar el aparato escolar absolutamente centralizado que hoy tenemos25.

Para cerrar este ensayo cabe señalar que son pocos los estudios que existen en el país con respecto al docente y su salud. Nos queda claro que tanto para el gobierno, el sindicato y la Secretaría de Educación, el SB parece ser un problema poco importante o inexistente. De tal forma que las exigencias cada día son mayores y el docente tiene que hacer frente a ellas capacitándose, pero para estudiar un posgrado, como alternativa de superación profesional, tendrá que buscar horarios que no interfieran con su actividad docente, por lo general, los fines de semana. Lo que conlleva a descuidar los hábitos alimenticios, suprimiendo periodos de descanso y sueño reparador, lo que predispone a un estado de tensión, estrés y cansancio, limitando la actividad social y familiar, así como el buen desempeño en todas sus actividades.

Por último, es importante señalar que el Bournout es una problemática que el docente no ha gestado en su acción pedagógica, son el conjunto de condiciones que lo enferman, además de hacerle sentir culpable por situaciones en las cuales él de manera directa no tiene injerencia, con la culpabilidad asumida y con desesperanza aprendida . Vive un gran sector de la población docente entre incertidumbre, penurias y dolor, enfrenta una responsabilidad que no le corresponde y entonces la catástrofe silenciosa sigue y deviene callada y sórdidamente en malestar docente.




Extraído de:
De la catástrofe silenciosa, al malestar docente
Autores
Susana Martínez Ávila / Janet Serrano Díaz / Reyna Amador Velázquez
Publicado en Rudics Revista Universitaria Digital de Ciencias Sociales
Universidad Autónoma de México

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