En esta
publicación transcribo las conclusiones sobre una investigación sobre el burnout
en docentes universitarios, ¿De qué manera podemos asociar las diferentes
dimensiones del burnout con las características personales? ¿Qué estrategias de
afrontamiento propone el autor?
Conclusiones
Los docentes universitarios que sufren mayor
grado de Agotamiento emocional presentan sentimientos de Despersonalización más
frecuentemente y de modo significativo, es decir, grados de Despersonalización
es directamente proporcional a grados de Agotamiento emocional. Asimismo,
confirmamos que grados de Agotamiento emocional y Despersonalización son
inversamente proporcionales a grados en Logro personal, es decir, los docentes
que presentan los grados más bajos de Agotamiento emocional y
Despersonalización se sienten más competentes personal y profesionalmente que,
aquellos que se sienten agotados o despersonalizados con una frecuencia media o
baja, presentando estos grupos diferencias estadísticamente significativas.
También se confirma que ante situaciones de
estrés laboral, los profesores de la UEX emplean más unas estrategias de
afrontamiento que otras. Los modos de afrontamiento del estrés diferencian de
modo significativo a los sujetos de la muestra en función de los diferentes
grados (bajo, medio y alto) de burnout, de manera que, en primer lugar, los
profesores-as con un alto Agotamiento emocional utilizan frecuentemente las
estrategias: Desahogarse, Desconexión mental, Desconexión conductual, Consumo
de Drogas y Aceptación. El grupo que presenta un Agotamiento emocional medio no
recurre ni a Negación ni a Aceptación. En segundo lugar, el profesorado
altamente Despersonalizado emplea más frecuentemente las estrategias: Búsqueda
de Apoyo Social, Desahogarse, Negación y Desconexión Mental, cuando se compara
con los restantes grupos. Aquellos que presentan un elevado grado de
Agotamiento emocional y Despersonalización son quienes recurren para manejar situaciones
de estrés en el ámbito laboral, a estrategias pasivas, de aceptación y no
orientadas a búsqueda de soluciones eficaces.
Finalmente, aparecen asociaciones
significativas entre un grado alto o medio Logro personal y el uso frecuente de
los modos de afrontamiento: Planificación, Afrontamiento Activo y Búsqueda de
Apoyo Instrumental y Búsqueda de Apoyo Social, Reinterpretación Positiva y
Refrenar el Afrontamiento.
Las conclusiones extraídas corroboran que en
el desgaste profesional están implicados los modos de afrontamiento del estrés.
La calidad de vida, la prevención, el cuidado, etc., van a formar parte de los
objetivos de intervención por parte de la salud pública. Se entiende,
fácilmente, que desde este enfoque se pretenda contribuir a optimizar las
condiciones de vida mediante la implantación de programas que promuevan la
salud y prevengan la aparición de procesos degenerativos.
También desde la Psicología de la Educación y
las Ciencias de la Educación se ha de intervenir en las organizaciones educativas,
e incluso en los currículas de los planes de estudio de estas profesiones, para
introducir modificaciones que prevengan las consecuencias nocivas que pueden
llegar a derivarse del desgaste psíquico que estos profesionales experimentan.
Por nuestra parte, estamos firmemente convencidos de que el desgaste está en
mayor o menor medida asociado a la formación profesional que se recibe en los
centros universitarios.
Proponemos el desarrollo de programas de
intervención para entrenar estrategias de manejo y afrontamiento del burnout,
enfocadas tanto a las organizaciones educativas como al individuo. Algunas
técnicas que han sido utilizadas en programas de prevención y control de estrés
laboral aparecen recogidas en la revisión de Guerrero y Vicente, destacando los
programas dirigidos a estrategias instrumentales cuando se tiene como objetivo
la adquisición de destrezas para la resolución de problemas, y programas
dirigidos a las estrategias de carácter paliativo, cuando su objetivo es la
adquisición de destrezas para el manejo de las emociones.
Otras estrategias de afrontamiento individual
que se recomiendan es que los profesionales aumenten sus sentimientos de
competencia social y su competencia profesional, tomar pequeños momentos de
descanso durante el trabajo se ha señalado como estrategia ideal para afrontar
el burnout, ya que sirven como respiros emocionales que facilitan la relajación
del sujeto y el distanciamiento psicológico. Además de la aplicación de
estrategias cognitivas y conductuales, hay un elemento importante a incluir en
los programas de prevención e intervención en burnout, nos referimos a la información. Una
información realista que contenga aspectos relacionados con las tareas y las
funciones que ha de desempeñar el profesorado, sus derechos y obligaciones, las
orientaciones referentes a la problemática a la que usualmente van a ser
sometidos, la información acerca del síndrome de burnout, su génesis y
desarrollo, así como de las estrategias para su manejo y control.
Al hilo de esto, la Universidad por su parte
ha de prestar atención a aspectos organizativos y como propuesta de
intervención a nivel departamental destaca la aportación de Benedito quien ha
sugerido algunas iniciativas y acciones para paliar esta situación, y en general
el malestar docente universitario.
También, De la Cruz propone un programa de
formación para docentes universitarios que contenga los siguientes aspectos: un
marco teórico, formación previa a la docencia (cursos de capacitación
psicopedagógica para futuros docentes universitarios reconocidos como créditos
en los cursos de doctorado) e información acerca de la estructura de la
organización y organigrama universitario. De la misma manera se incluye la
formación, una vez producida su incorporación a la tarea docente y después de
la misma (a través de grupos de discusión y técnicas de grupo a través de
metodologías activas y participativas).
Un servicio de ayuda a la docencia se hace
necesario para asumir actividades de evaluación de la eficacia docente (evaluación
del rendimiento de los alumnos como medida de la competencia docente,
evaluación de los profesores por los alumnos mediante cuestionarios y escalas
de evaluación y otros métodos tales como; registros de videos, autoinformes,
pruebas estandarizadas o los juicios de otros profesores); actividades de
reflexión teórica, de investigación y la aplicación de la Psicopedagogía
universitaria, la formación inicial y permanente de su profesorado, así como el
fomento de la innovación educativa.
Concluimos alegando que la mayor parte de
estas propuestas no dejan de ser más que una posible forma de abordar el
desgaste profesional docente y no podemos olvidar que cualquier programa de
intervención se ha de insertar dentro de una planificación estratégica mucho más
amplia que involucre la toma de conciencia del problema, especialmente, por
parte del profesorado.
Extraído de
Análisis pormenorizado de los grados de
burnout y técnicas de afrontamiento del estrés docente en profesorado
universitario
Eloísa Guerrero Barona
Universidad de Extremadura (España)