Existe un malestar en la docencia que debe ser objeto de preocupación de los responsables políticos del sistema educativo ¿Cuáles son los docentes más amenazados? ¿Qué dimensiones se reconocen en el Burnout? ¿Qué factores actúan para facilitar la aparición del malestar?
Los recientes 20 años se han caracterizado por un ritmo de
vida cambiante y acelerado, con un incremento pronunciado de las exigencias
laborales. Esto responde a los requerimientos de la economía y demandas de la
sociedad en general. Las personas insertas en este sistema se ven obligadas a
satisfacer dichas demandas y adaptarse a las nuevas condiciones.
Las condiciones laborales deficientes son una amenaza para
el trabajador, dado que entonces no están con la seguridad y protección
necesarias, provocando enfermedades laborales. Así mismo, el no permitir que
tengan injerencia y algún nivel de control sobre su trabajo, influye en el
aumento del nivel de tensión psicológico del trabajador.
En general los más vulnerables a padecer este síndrome son
aquellos profesionales que se caracterizan por un buen desempeño, son
comprometidos con su trabajo y tienen expectativas altas sobre las metas que se
proponen.
Usualmente este tipo de personas realiza reconocidos aportes
dentro de la organización o institución. Sin embargo, cuando el resultado de su
gestión no cumple las expectativas propias ni la de sus clientes y la
organización no es capaz de entregar el apoyo necesario, estas personas se ven
expuestas a un nivel alto de estrés y frustración. Si esto sigue un curso crónico,
finalmente se termina deteriorando su capacidad para lograr desempeñarse
adecuadamente y las condiciones son óptimas para el desarrollo del Burnout.
Desde finales de la década de los setenta, este síndrome ha
suscitado gran interés tanto el ámbito organizacional, como en el académico. La
mayor parte de las investigaciones hechas sobre el tema han utilizado como
instrumento de medición el Maslach Burnout Inventory (MBI) desarrollado por
Maslach y Jackson. Este instrumento asume que el Burnout es un constructo
compuesto por tres dimensiones llamados Agotamiento
Emocional, Despersonalización y Realización Personal. En la actualidad los
profesionales dedicados a la docencia se encuentran en un riesgo constante ya
que el Burnout es un síndrome específico del estrés asociado a profesiones que
requieren estar en contacto con relaciones interpersonales demandantes según el
estudio realizado por el Colegio de Profesores A.G., en conjunto con la Universidad Católica
Chilena. El origen de este es atribuido principalmente a la
sobrecarga laboral y al hecho de ser blanco recurrente de agresividad por parte
de autoridades, compañeros, padres de familia y alumnos. Esto llevaría a los
profesores a mostrarse irritables e intolerantes, lo que además de deteriorar
la relación con los alumnos, se traduciría en ausentismo reiterado y aumento en
el pedido de licencias médicas
Por otro lado, los estudios que han abordado este fenómeno
entre los profesores proviene desde el ámbito de la psicología, por lo que
contribuir con una investigación desarrollada en los docentes resulta un
desafío y una puesta de entrada para emprender este fenómeno desde la mirada
pedagógica.
Planeamiento del
problema
La cultura está dotada de múltiples agentes educativos como
lo son los medios de comunicación, la familia, las instituciones sociales,
entre otros; sin embargo, la institución escolar y aún más los profesores son
considerados en ocasiones como los principales responsables de los logros
educativos de la sociedad.
Es así como al docente se le otorga una de las principales
funciones para la conservación y mejoramiento de la sociedad, es decir, la
transmisión del conocimiento a las futuras generaciones con el fin de que
puedan conservarlo y utilizarlo para el progreso de la sociedad y el desarrollo
integral de cada persona.
El desarrollo tecnológico y científico de la educación no ha
significado para el docente una suficiente mejora en el desarrollo de su
función, sino que el desconcierto ante la falta de métodos eficaces, el
incremento acelerado de las demandas, la insuficiencia de recursos y medios
para responder a las mismas.
Todo ello, unido a un descenso en el reconocimiento y apoyo
social, hacen de la profesión del docente una tarea compleja, contradictoria y
escasamente valorada, lo cual agrava un problema que lleva cierto tiempo
preocupando a la comunidad científica y a la sociedad en general, este problema
es el malestar físico, psicológico y emocional del docente.
Cuando múltiples estresores son encontrados en la situación de
enseñanza continua, sin solución, se da una serie de reacciones que daña
seriamente la habilidad del profesor para ejecutar su trabajo, los sentimiento
de éste se vuelven negativos, se desarrolla una actitud poco positiva, se
pierde el interés con los alumnos, compañeros, autoridades, padres de familia,
con el trabajo, aumentan las enfermedades físicas y mentales, así como el
ausentismo y en ocasiones el consumo de drogas y alcohol.
Cuando se presentan estas conducta los profesores se
describen a sí mismos como “consumidos,
vacíos y quemados” (Gold). Si el malestar del docente se prolonga en el
tiempo da lugar a un síndrome conocido como Burnout, el cual además puede ser
contagioso (desde una perspectiva social), es decir, cuando hay en la
institución educativa profesores insatisfechos y deprimidos, los demás pueden
llegar a estarlo con mayor probabilidad.
Los docentes juegan un rol determinante en la efectividad
del proceso enseñanza- aprendizaje, por lo que resulta imperativo identificar
los factores que afectan directa e indirectamente su desempeño profesional.
Variable
La variable fue el síndrome de Burnout. Es el estado de agotamiento
físico, emocional y mental causado por involucrarse por largos periodos en
situaciones emocionalmente demandantes, establecen que el Burnout está
compuesto por tres factores; Agotamiento Emocional, despersonalización, falta
de logro personal.
a) Agotamiento Emocional
El contexto laboral se refiere a la percepción que la
persona tiene cuando su facultad de sentir o sensibilizarse se disipa o
disminuye. El agotamiento emocional se caracteriza por la sensación de
encontrarse vacío y falto de energía. De acuerdo a los datos obtenidos se
demuestra que los docentes presentan un nivel alto de Agotamiento Emocional, en
referencia a los rangos ya preestablecidos en el instrumento de evaluación
b) Despersonalización
Este factor alude al intento de las personas que proveen
servicios a otros, de poner distancia entre sí misma y al usuario por medio de
ignorar activamente las cualidades y necesidades que los hace seres humanos
únicos, existe una tendencia marcada de percibir o pensar en otros como cosas u
objetos, con un comportamiento insensible, en otras palabra, los individuos se
sienten que no se desempeñan tan bien como lo hacían en un comienzo y con una
autopercepción de endurecimiento emocional.
c) Falta de Logro Personal
La falta de logro personal en el trabajo se caracteriza por
una dolorosa desilusión e impotencia para dar sentido al mismo. Se experimentan
sentimientos de fracaso personal, la impuntualidad, la abundancia de
interrupciones, la evitación del trabajo, el ausentismo y el abandono de la
profesión y una generalizada insatisfacción, lo que describe al nivel alto de
falta de Logro personal en docentes de acuerdo a los datos obtenidos.
Extraído de:
Presencia de burnout en docentes de una escuela secundaria
Enrique Navarrete Sánchez
Universidad Autónoma del Estado De México
María del Carmen Farfán García
Universidad Autónoma del Estado De México
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