Para efectuar adecuadamente el trabajo que quiero realizar y
conseguir el objetivo general propuesto es necesario en primer lugar que
conozcamos las causas, características, síntomas, modelos teóricos, etiología y
consecuencias del síndrome de burnout, ya que desde el conocimiento profundo es
como se puede abordar un problema de manera eficaz.
La primera vez que se describió el Síndrome burnout fue a
mediados de los años setenta por Freudenberger, el cual observó en una clínica
de toxicómanos cómo tras un año muchos de los trabajadores y voluntarios
sufrían un conjunto de síntomas psicológicos y físicos dando lugar a una
creciente perdida de energía llegando al agotamiento, fruto de un trabajo
intenso dejando a un lado las necesidades de uno mismo y siendo insensibles con
los pacientes, proporcionándoles un trato despersonalizado, llamando a este
patrón conductual burnout, por lo que estas personas estarían
"quemadas" por tener una gran dedicación a su trabajo, estando muy
comprometidas con este y percibiendo a la vez una gran presión y demandas que
les desbordan y que intentan satisfacer. Esta presión que les supera provendría
de tres fuentes diferentes: de su propio ser, de las necesidades y demandas de
las personas a las que va dirigido su trabajo que perciben como muy agudas, y
de los compañeros y superiores en el trabajo.
Pero a lo largo de los años el concepto de burnout ha ido
completándose y en los años ochenta Maslach y Jackson dan a conocer la
propuesta que hoy en día es la más aceptada. En ella presentan el síndrome
burnout compuesto por tres dimensiones. En primer lugar, el agotamiento
emocional, en el que la persona se siente emocionalmente exhausta, superada en
sus esfuerzos por hacer frente a la situación, experimenta un agotamiento de
sus recursos emocionales y de su energía a causa del continuo contacto con
personas a las que hay que atender en su trabajo; en segundo lugar, la
despersonalización, que se caracteriza por una experiencia de sentimientos de
endurecimiento emocional, desarrollo de sentimientos negativos, desapego,
desarraigo, dando lugar a una respuesta impersonal, con actitudes y conductas
insensibles, frías y cínicas hacia los beneficiarios de los servicios y a la
actividad que se realiza, viendo a los destinatarios de su servicio de manera
deshumanizada; y en tercer y último lugar, baja realización personal referida
al trabajo, en la que los trabajadores se
autoevalúan de forma negativa, se sienten fracasados, incompetentes y
descontentos en la realización y resultados de su trabajo, dando lugar a un
deterioro en la realización de este y en relación a las personas destinatarias
de su servicio.
Estudio de las causas
La etiología del burnout es diversa pero existe consenso al
considerarlo como una consecuencia de la exposición a factores laborales estresantes
continuos que exceden los recursos de los trabajadores (Maslach y Leiter). El
síndrome de burnout según Maslach, Schaufeli y Leiter, constituye una respuesta
al estrés laboral crónico integrada por tres síntomas básicos comentados con
anterioridad: el agotamiento emocional en el que el profesional se siente
emocionalmente vacío y agotado al tratar de afrontar demandas que le desbordan;
la despersonalización con la que el profesional muestra insensibilidad ante los
usuarios del servicio o labor que desarrolla tratándoles de forma cínica y
deshumanizada; y la baja realización personal con la que experimenta fuertes
sentimientos de incompetencia y fracaso. El síndrome de burnout supone un
estado mental negativo, persistente y que no solamente se da en personas que
sufren otras alteraciones psicopatológicas sino que puede aparecer también en
personas que no sufren ninguna.
Podemos decir que hay dos procesos que explican el
desarrollo o etiología del burnout. El
primero se refiere al desarrollo del burnout en profesionales de ayuda, en
los que puede darse a causa de las demandas interpersonales que conlleva el
tratar con usuarios y pacientes dando lugar a un gran desgaste emocional. Ante
tal situación estos profesionales recurren a la despersonalización para
afrontar y evitar el contacto con la fuente originaria del malestar, pudiendo
dar lugar a una reducida realización personal. Esta situación puede ser debida
a una percepción de desigualdad entre las inversiones y resultados que se ponen
en juego en la interacción social del trabajo.
El segundo
proceso de desarrollo del burnout se puede aplicar en un mayor campo laboral
pudiendo darse por una falta de confianza en las propias competencias. Varias
investigaciones han puesto de relevancia que independientemente de la
profesión, el burnout se produce como consecuencia de crisis sucesivas de
eficacia.
Según Thomaé, Ayala, Sphan y Stortti la aparición del
síndrome de burnout es paulatina, no se da de forma brusca, suele conllevar un
aumento progresivo de la
severidad. Es un proceso cíclico, que puede darse varias
veces a lo largo del tiempo, por lo que un trabajador podría padecerlo más de
una vez en diferentes épocas de su vida y en el mismo trabajo o en diferentes.
Estos autores indican cuatro niveles clínicos en el burnout:
- Leve: En el que se da cansancio y dificultad para
levantarse por la mañana y quejas vagas.
- Moderado: En el que aparece suspicacia y negativismo,
cinismo y aislamiento.
- Grave: En este nivel se da absentismo, aversión y abuso de
alcohol o drogas, enlentecimiento y se recurre a la automedicación con
psicofármacos.
- Extremo: En este último nivel hay un aislamiento muy
marcado, colapso, cuadros psiquiátricos y suicidios.
Para Golembiewski y Munzenrider el burnout tiene un comienzo
insidioso, siendo un proceso continuo y paulatino que presenta tres fases:
Fase 1. En primer lugar las demandas en el trabajo
sobrepasan los recursos materiales y humanos e incluso las capacidades
profesionales, obteniendo como resultado una situación de estrés.
Fase 2. En esta fase se da un sobreesfuerzo por parte del
trabajador como respuesta a ese desajuste, dando lugar a fatiga y ansiedad.
Fase 3. En esta última fase se da un cambio de actitudes y
de conductas con el fin de defenderse de las tensiones experimentadas. En este
momento es cuando se puede decir que el burnout esta presente.
Causas
Las causas del burnout son muy diversas afectando gran
variedad de factores, que van desde los personales pasando por los sociales y
llegando hasta los organizacionales. Diferentes estudios del campo de la
psicología y la salud recogen factores predisponentes del burnout que suelen
repetirse. Entre ellos está en primer lugar las actividades laborales que ligan
al trabajador y sus servicios directamente con clientes o usuarios siendo parte
de su trabajo, como maestros, psicólogos, médicos, enfermeros, trabajadores
sociales y otras profesiones que debido a esto tienen mayor riesgo de
desarrollar el síndrome. Otros factores que afectan al desencadenamiento del burnout
pueden ser exceso de trabajo y de compromiso con este, desvalorización del
trabajo realizado o del puesto de trabajo y oficios en los que se da confusión
entre las expectativas y las prioridades.
Factores
predisponentes
En el desencadenamiento o afrontamiento del síndrome de
burnout intervienen como ya hemos comentado diferentes factores, entre ellos se
pueden destacar:
Factores personales:
entre los que se pueden citar la edad relacionada con el grado de experiencia,
el nivel de implicación del sujeto (considerándose la implicación como
predictor significativo del burnout), variables familiares, en las que la
estabilidad familiar ayuda a afrontar situaciones conflictivas; la
personalidad, siendo las personalidades de tipo A (que se caracterizan por ser
personas enormemente competitivas, exigentes, impacientes y perfeccionistas)
las más propensas a padecer este síndrome y también las personas con
sentimientos de altruismo e idealismo con mayor implicación emocional.
Factores laborales o
profesionales: condiciones deficitarias en cuanto al medio físico, entorno
humano, organización laboral, bajos salarios, sobrecarga de trabajo, malas
relaciones con compañeros y/o con superiores, excesiva presión y control.
Factores sociales:
las relaciones sociales tanto en el trabajo como fuera de este pueden
amortiguar el efecto de los estresores o pueden ser fuentes potenciales de
estrés.
Factores ambientales:
muerte de familiares, matrimonios, divorcio, nacimiento de hijos.
Extraído de:
La prevención y el afrontamiento del síndrome de burnout en
los docentes de Educación Primaria
Autor: Francisco Andrés Tudela Carrillo
Universidad Internacional de La Rioja Facultad de
Educación
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